La limpieza en las ciudades: grandes diferencias de norte a sur

La concienciación ciudadana y una mejor gestión de los recursos ayudarían a mantener más limpias nuestras calles

Por hola.com

La limpieza en las ciudades es uno de los puntos sensibles a nivel local. La OCU ha realizado su 4º estudio sobre la Gestión de Residuos y Limpieza Viaria en 62 grandes ciudades de nuestro país y ha recogido la opinión de 6.728 usuarios de estas ciudades que completan la información facilitada por los ayuntamientos. Y la conclusión es clara: los usuarios exigen una mejora de la limpieza, que sigue ofreciendo importantes diferencias entre ciudades del norte y del sur de España.

Limpieza viaria: mejoría insuficiente
La satisfacción global de los vecinos con la limpieza viaria ha pasado de los 53 puntos obtenidos en 1995 a los 58 puntos obtenidos en 2011. Se trata de una mejora claramente insuficiente en la que incluso hasta 16 ciudades han visto empeorar los resultados.

Oviedo, con 85 puntos, se mantiene una vez más como la ciudad mejor valorada por sus vecinos. Elche, escala hasta el segundo puesto, seguida de otras cuatro ciudades más, todas ellas del norte de España: Bilbao, Pamplona, Getxo y San Sebastián.

En el otro extremo se encuentra Badajoz que con sólo 30 puntos es la ciudad peor valorada. Sus vecinos esperan que el reciente cambio en la gestión de este servicio suponga un cambio de tendencia. Le siguen Jerez de la Frontera, Sevilla, Jaén, Alcalá de Henares, Huelva, Teruel y Málaga.

Los mismos vecinos afirman que las medidas más eficaces para mejorar la limpieza viaria pasan por concienciar a la gente; así lo cree el 84.3% de los entrevistados. No obstante la gestión municipal también juega un papel importante. El estudio realizado por la OCU permite concluir que cuánto mayores son los medios mecánicos (baldeadoras, barredoras…) destinados a la limpieza viaria mayor es la limpieza percibida por sus vecinos, sin embargo el resultado es el contrario cuando se comparan con el ratio de empleados destinados a la limpieza viaria.

Gestión de residuos: más progresos
La OCU también ha analizado en este mismo estudio la gestión de los residuos urbanos. La gestión de los residuos cuenta en la actualidad con una valoración (57) similar a la de la limpieza viaria, pero en esta ocasión con una clara mejoría desde que en 1995 se realizó el primer estudio sobre gestión de residuos (45). Esta mejora en los resultados ha venido de la mano de la implantación de la recogida selectiva de residuos que ya ha alcanzado en prácticamente todas las ciudades el ratio de un contenedor (envases, vidrio y papel) por cada 500 habitantes.

Los vecinos colaboran activamente con la recogida selectiva siempre que se les facilita medios para ello. Más del 80% de los entrevistados afirman que siempre o casi siempre separan en su hogar los residuos de papel vidrio o envases, aunque la colaboración baja para aquellos residuos como las pilas (70%), medicamentos (64%), restos de aceite doméstico (46%) o restos de pintura (35%) para los cuales los recursos puestos a disposición de los ciudadanos son mucho más escasos.

Aunque las diferencias ya no son tan importantes como con la limpieza, los resultados siguen confirmando las claras diferencias entre ciudades. Oviedo, Pamplona, Bilbao, Elche, Logroño y Getxo son las ciudades mejor valoradas por sus vecinos, frente a Badajoz, Jaén, Las Palmas, Sevilla, Jerez de, Tenerife y Huelva que tiene los vecinos más críticos con la gestión de los residuos.

El estudio de la OCU sigue mostrando no obstante carencias. La más llamativa es la casi inexistente implantación de la recogida selectiva de la materia orgánica. La información facilitada por los ayuntamientos muestra que tan sólo las ciudades catalanas, Pamplona, Burgos, Valladolid, Vitoria y todavía como test en Bilbao, cuentan con la recogida selectiva de este residuo. En el resto la materia orgánica se recoge mezclada con la fracción resto dificultando, cuando no impidiendo la valorización de este residuo. La inminente nueva Ley de Residuos había creado importantes expectativas en este sentido, sin embargo la propuesta final de ley se queda en una mera declaración de intenciones, sin finalmente marcar objetivos y medios para ello.

Uno de los aspectos más sensibles de la gestión de los residuos es la tasa de basura. El 47% de los entrevistados considera que es cara o muy cara. La OCU ha revisado las ordenanzas fiscales de las ciudades incluidas en el estudio calculando su importe anual. En 13 de las ciudades del estudio no existe como tal una tasa de basuras. Cuando existe, el importe anual de esta tasa es de 78.9 euros al año, aunque las diferencias siguen siendo muy elevadas, pudiendo alcanzar los 142 euros de Gerona. Madrid, que cuenta con esta tasa desde hace sólo dos años y Palma de Mallorca tiene a los vecinos más críticos con esta tasa. Los resultados muestran además que pagar más no garantiza ni mucho menos contar con una mejor gestión de los residuos.

El presupuesto municipal destinado a la gestión de residuos supone de media 43.2 euros por habitante y año, siendo Móstoles la ciudad con el presupuesto más bajo (17 euros) y Cartagena la ciudad con mayor presupuesto (101.7 euros).

Propuestas de mejora
A la vista de estos resultados, la OCU exige tres medidas claras. En primer lugar, que se intensifiquen los esfuerzos en materia de limpieza viaria con especial atención a aquellas medidas que promuevan la concienciación de los vecinos, sin descartar la labor educativa de medidas sancionadoras en cuestiones como los excrementos de perros. En segundo lugar, que se incremente y modernice la gestión de los servicios de limpieza; y en tercer lugar,  que se incorpore la recogida selectiva de la materia orgánica e impulsando medidas que reduzcan la generación de residuos.

La OCU ha podido comprobar que los problemas relacionados con la limpieza son también fuente de quejas o reclamaciones. Hasta un 23% de los encuestados ha afirmado que ha presentado alguna vez alguna queja relacionada con la limpieza. Sin embargo hasta un 30% pese a que en algún momento se ha planteado hacerlo, no ha llegado a llevarlo a cabo.