Juanita Castro, hermana de Fidel, también era ‘Donna’ para la CIA

Ha salido a la luz tras la publicación del libro ‘Fidel y Raúl, mis hermanos. La historia secreta’

Por hola.com

A veces, las memorias de algunas personas guardan secretos que nunca se revelarán. Algunos de estos secretos, son trascendentales para entender la trayectoria de un país, de un gobierno o de incluso una revolución, como ha sido el caso, de la publicación de las memorias de Juanita Castro, hermana de Fidel y Raúl Castro.

La editorial Santillana ha publicado el libro, ‘Fidel y Raúl, mis hermanos. La historia secreta’, donde la hermana de los Castro cuenta en primera persona, lo sucedido durante la ascensión y los primeros años de poder de su hermano Fidel al frente de un país que siente tan suyo como nada, Cuba, y del que se marchó tras comprobar los métodos y resultados con los que gobernaba su hermano Fidel, ayudado de su máximo general, Raúl Castro.

Durante una entrevista en el canal de televisión Univisión, Juanita, entrevistada por Maria Antonieta Collins, destapó todos los secretos que la impulsaron huir de Cuba y no sólo eso, sino que también confesó que durante varios años, trabajó como agente para el mayor enemigo de sus hermanos, la CIA estadounidense.

Al parecer, todo comenzó en 1961, cuando Juanita recibió la visita de una persona cercana a Fidel y a ella. Le comentó que tenía a unas personas interesadas en hablar con ella, que en realidad eran de la CIA, pero que tenían cosas serias que pedirle y que contarle. A pesar de la rareza de la situación, no todos los días te llaman a la puerta los de la CIA, Juanita accedió a entrevistarse con los agentes.

Las razones que llevaron a Juanita Castro, agente ‘Donna’ para la CIA, a colaborar con ellos, era el descontento por lo que ella consideraba una falsa revolución. Su colaboración duró años, aunque ha preferido no aportar los datos concretos.

Al principio de la revolución, Juanita ayudaba a sus hermanos a conseguir dinero para su campaña. Ayudaba en la construcción de clínicas y hospitales aunque poco a poco, el mismo movimiento al que apoyaba por su condición de revolución para el pueblo, le daba la espalda a los que alababan la igualdad, la justicia y la libertad. Comenzaron los fusilamientos, las detenciones ilegales y las injusticias que ellos mismos se habían artado de reivindicar.

Cuando Juanita descubrió que todas estas injusticias tenían un mismo origen, decidió cambiar su forma de vivir.

Comenzó a ayudar a la gente más desfavorecida de la isla con la ayuda de su madre, aunque en 1963, ésta murió. Al no tener la protección de su madre, los Castro nunca hubieran apuntado hacia ella, Juanita le pidió a su hermano Raúl que la ayudara a salir de Cuba. Fidel estaba especialmente enfadado con su hermana y para Juanita, Raúl siempre fue mucho mejor persona que Fidel.

Así, una mañana de 1964, Raúl consiguió sacar a su hermana de Cuba con rumbo a México, donde ‘Donna’ hizo un comunicado donde rompía oficialmente con la revolución. Sería la última vez que se vería con sus hermanos.

Ahora, la historia de la hermana espía de Castro se puede leer sin pelos ni señales en el libro, que ya está a la venta en todo el mundo.

Una renuncia al poder digno de admiración, en un mundo en el que es más fácil mirar a otro lado y disfrutar de las ventajas, de ser la hermana del dictador de Cuba.