Jaycee Dugard, la joven que fue secuestrada durante 18 años por Phillip Garrido en Estados Unidos, ha decidido salir a la luz pública y aparecer por primera vez desde que fuera liberada, en la portada de la revista People. Junto al titular “Estoy tan feliz de estar de vuelta”, Jaycee, de 29 años, posa sonriente.
Y en su rostro se aprecian los mismos rasgos de aquella niña de cara angelical que desapareció de camino a la parada del autobús en 1991, eso sí, con el pelo más moreno, y con una sonrisa confiada. Nada evidencia la traumática experiencia de Jaycee, que además fue sistemáticamente violada por su captor, con el que tuvo dos hijas, Angel (de 15 años) y Starlit, (de 11).
"Nada es más importante que el amor incondicional y el apoyo que tengo de mi familia", declara. Y probablemente esa sea la mejor cura que pueda recibir. En el interior de la revista, la joven posa junto a su familia en un rancho, ofreciendo una imagen de tranquilidad y normalidad.
Pero nada más lejos de la realidad. Jaycee, conocida como la “Natascha Kampusch estadounidense”, vivió un cautiverio de casi dos décadas, oculta en tiendas de campaña y cobertizos situados en el patio de los Garrido, a 70 kilómetros de San Francisco. Eso sí, tras su liberación, la joven, que sigue terapias psicológicas para paliar los efectos de su trauma, decidió evitar el torbellino mediático y no ha sido hasta ahora cuando ha decidido hacer público su rostro. Y lo ha hecho para "agradecer a todo el mundo y mostrar lo feliz que está por regresar junto a los suyos", según aseguró su portavoz, Erika Price Schulte, a la ABC. Jaycee solo quiere “un hogar con las niñas y una vida feliz, tranquila y normal”.
Philip Garrido y su mujer, Nancy, tendrán que responder ante la Justicia por este caso, ya que están acusados de un total de 29 cargos, entre los que se incluyen rapto, violación y secuestro, aunque se han declarado inocentes. La liberación de Jaycee el pasado mes de agosto supuso un auténtico terremoto en las redacciones de medio mundo por la crudeza de la historia; una conmoción solo comparable a la que surgió con Natascha Kampusch en Austria.
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