Las imágenes nunca vistas hasta ahora: la verdadera Ana Frank en vídeo

La fundación que lleva el nombre de la pequeña estrena un canal en Youtube

Por hola.com

Ana Frank aparece por primera vez en movimiento. La opción de ver a esta pequeña judía afincada en Ámsterdam se debe gracias al esfuerzo de la fundación que lleva su propio nombre, por recuperar, investigar y conseguir todo el material disponible de aquella casa en la que Ana Frank y su familia, vivieron escondidos hasta que fueron capturados por los nazis.

 

Una de las filmaciones, que tiene una duración de cerca de 20 segundos, fue realizada el 22 de julio de 1941, durante la boda de unos vecinos del edificio de los Frank. No es el único vídeo que recoge este canal nuevo centrado en la pequeña, ya que también aparece el padre de Ana, Otto, en otro video e incluso el testimonio de Miep Gies, vecino de los Frank y que aún sabiendo de su escondite, nunca se le ocurrió denunciar a la familia judía.

Y es que la herida del holocausto judío, es demasiado complicada de cicatrizar, y más aún cuando es el testimonio de una niña quien te cuenta en forma de diario, un testimonio tan crudo y complicado, de uno de los episodios más oscuros de la historia del siglo XX.

En otro de los vídeos, Nelson Mandela, ex lider sudafricano y Premio Nobel de la Paz, recuerda como le sirvió leer el diario de Ana Frank durante su encarcelamiento por el apartheid.

Además de los videos que el canal ofrece, los internautas también pueden visitar la casa escondite de Ana Frank de forma virtual, aunque esta estará terminada para abril del 2010, donde se cumplirán el 50 aniversario de la Casa Museo Ana Frank.

Pocas historias han conmovido tanto como la de la pequeña Ana Frank. Que vivió tan sólo 16 años, en una época azotada por las guerras y las enfermedades. Tras ser capturada por los nazis en la casa donde se escondían en Ámsterdam, la pequeña fue trasladada primero al campo de Auschwitz y posteriormente al de Bergen-Belsen donde falleció de fiebre tifoidea, el doce de marzo de 1945, unos días antes de ser liberado el campo por los aliados.

El diario, que posteriormente publicó Otto Frank, su padre, supuso un durísimo relato de lo que esta situación provocaba en una niña de diez años.