El tercer día de juicio contra Josef Fritzl se presenta lleno de novedades. Al final de la segunda jornada del proceso, el conocido como monstruo de Amstetten se declaró culpable de todos los cargos que se le imputan, incluido el de homicidio de uno de los niños nacidos como fruto de las relaciones incestuosas que mantuvo con su hija Elisabeth. Tras escuchar las once horas de declaración que grabó su hija, él mismo reconoció: "Debería haber hecho algo para ayudar al bebe fallecido".
El fiscal le acusa de no haber prestado auxilio al niño, que falleció poco después de nacer, cuyo cuerpo quemó en la caldera. Si fuera encontrado culpable se le podría condenar a cadena perpetua o a 10 y 15 años de prisión. Hasta el momento, Fritzl había admitido sólo su responsabilidad "parcial" en los delitos de esclavitud y homicidio por omisión, mientras que sí había reconocido su culpa en los de violación, coacción grave, privación de libertad e incesto. En esta jornada, la juez del caso Andrea Humer y los ocho miembros del jurado escucharon además, a puerta cerrada, el testimonio grabado de Harald, el más pequeño de los siete hijos legales de Fritzl y su esposa Rosemarie, que vivían en la casa sobre el sótano.
El jueves se conocerá la sentencia
Este miércoles, tercera jornada de uno de los procesos que más expectativa ha levantado en la reciente historia europea, se presentarán los informes sobre el estado psíquico del acusado y otros estudios técnicos que se han hecho sobre el zulo en el que Elisabeth estuvo encerrada 24 años.
El final de este caso no se hará esperar demasiado ya que, según explicó el portavoz de Justicia, Franz Cutka, es probable que el jueves se conozca el veredicto. Sin embargo y pese a que ahora se confiesa "avergonzado", según ha dicho su abogado, Josef Fritzl está dispuesto a que el público conozca su versión. La agencia de noticias Central European News (CEN) ha confirmado los contactos con el letrado del acusado para una futura entrevista, que se haría en la cárcel. El propietario de la agencia, Michael Leidig, asegura que aún no hay comprador, pero que la cantidad que se pague, que podría ascender a miles de euros, estaría destinado a Elisabeth. "Es una oportunidad para poner fin a esta locura mediática. Hay gente que paga miles de euros por entrevistas con familiares lejanos. Con esto se puede poner dinero a disposición de Elisabeth y darle la oportunidad que nunca ha tenido" dice Leidig.