Si ayer la prensa tuvo acceso a la sala de la audiencia provincial de Sankt Pölten, esta mañana, se ha negado el acceso para proteger la intimidad de la víctima, Elisabeth Fritzl.
La hija de Josef Fritzl no acudirá en persona a la audiencia provincial de la ciudad austriaca, sin embargo ofrece su testimonio a través de un vídeo, de unas 11 horas de duración. Elisabeth permanece junto a sus hijos, desde la semana pasada, internada nuevamente en la clínica de Amstetten-Mauer, donde recibió asistencia médica y psiquiátrica tras destaparse el calvario que sufrió.
El juicio ha retomado su curso con los fragmentos de la declaración de Elisabeth relatando su vida en el sótano, donde su padre la encerró cuando cumplió 18 años y donde dio a luz a 7 hijos, uno de los cuales murió a los pocos días de nacer y Fritzl se deshizo del cuerpo arrojándolo en la caldera.
La fiscalía acusa a Fritzl de asesinato por omisión de ayuda y podría ser condenado a entre 20 años y cadena perpetua.
Su abogado, en declaraciones a la televisión pública austriaca ORF argumentó la dificultad jurídica de probar que Fritzl fuera el responsable de la muerte del bebé. Explicó también que su cliente estaba avergonzado y muy nervioso ante la presencia de los medios, razón por la que se cubrió la cara con un archivador mientras estaba la prensa en la sala en la sesión de ayer.
Se espera que durante el jueves o el viernes, se pueda conocer el veredicto de culpabilidad o de inocencia, tal y como ha relatado un portavoz de la audiencia provincial de Sankt Pölten.
