Dharavi, donde viven los verdaderos 'slumdog'

En Bombay, capital financiera de la India, está el auténtico barrio que insipiró a Danny Boyle en 'Slumdog millionaire'

Por hola.com
“Slumdog Millionaire”, película ganadora de ocho estatuillas en la pasada gala de Los Oscar, nos ha enseñado la cara más agridulce de uno de los barrios más pobres del mundo, Dharavi. En Bombay, capital financiera de la India, se levanta un entresijo de chabolas de más de dos kilómetros cuadrados y donde un millón de personas se levantan día a día para sobrevivir.

El pasado tres de febrero, días antes de la gala, decenas de personas se manifestaban en Dharavi contra la película, considerando que la visión del cineasta Danny Boyle era ofensiva y vejatoria. Estaban indignados y consideraban que Dharavi era un lugar digno para vivir, y no sólo eso, sino que también era su razón para ganarse la vida. Ese orgullo patrio de barrio de chabolas es más arraigado cuando no tienes donde ir. Cuando tu manera de ganarte la vida empieza y termina en la misma pobreza en la que vives. ¿Es realmente un barrio digno? ¿O es que lo indigno se convierte en digno por necesidad?

Aquí es realmente donde la magia de Dharavi comienza. Sus habitantes, supervivientes de la pobreza India, llegan a Dharavi como último recurso para sobrevivir. Desahuciados, intocables, musulmanes, bengalíes y demás ciudadanos conforman ese millón de almas callejeras que ante el temor de perder lo único que les queda, forman una industria local de la que sacan el suficiente beneficio como para poder comer. Un grifo de agua caliente cada 100 habitantes es la dignidad de la que hablan. Mientras tanto 15.000 pequeñas fábricas y 30.000 talleres, forman esa industria sumergida de Dharavi.

Ahora, los habitantes de Dharavi se enfrentan a un nuevo reto, el derribo de sus chabolas. Este barrio, se encuentra en el centro del distrito financiero de Bombay y lo convierte en uno de los suelos más caro y cotizado del mundo. El gobierno indio, ha encontrado ya a diecinueve promotores dispuestos a levantar la nueva “City” hindú. Estiman, que pueden obtener más de 10.000 millones de euros de beneficio. Para compensar el derribo de las chabolas, los promotores ofrecen a cambio un piso con agua corriente y “retrete”, algo a lo que no están ni mucho menos acostumbrados. La mayoría prefieren quedarse. No quieren irse a ningún sitio porque su medio de vida está también en su chabola. Los talleres donde trabajan y los puestos donde venden sus materias, están ahí mismo, y donde obtienen las 6.000 toneladas de basura que Bombay produce al día y les da el único recurso que tienen para vivir.

Ante este panorama, los habitantes de Dharavi, celebran hoy el triunfo de una película extranjera adoptada como local. Los niños actores que saltaron de su pobreza a la alfombra roja del teatro Kodak, son el fiel reflejo del sueño que tiene cada uno de sus habitantes. Aún así, la desconfianza y el hambre hacen que Dharavi sea para ellos el paraíso.

Tristemente, Dharavi no es el único caso de pobreza en Bombay. De hecho, son más de 15 millones de personas que viven en la capital financiera de la India y que serán desplazadas poco a poco junto con sus negocios. El temor de estos, está en que las indemnizaciones del gobierno se pierdan entre los funcionarios, como ha ocurrido en el pasado.

Mientras tanto sólo les queda esperar con la esperanza que el “crash” económico y la paralización en la concesión de créditos les dé el aliento suficiente para aguantar el mayor tiempo posible en su paraíso de escombros y basura.