La curiosa relación entre algunos alimentos y el dolor de cabeza

Algunos productos, como el queso, el café o el chocolate, contienen sustancias que favorecen la aparición de dolores de cabeza en personas contundencia a las cefaleas

Por hola.com

Por la OCU
Siempre hemos escuchado eso de “No tomes chocolate ni café” cuando tenemos dolor de cabeza. Pero lejos de tratarse e una simple creencia popular, esta afirmación tiene una base probada. Algunos alimentos y bebidas pueden desencadenar dolores de cabeza. No es algo muy frecuente, pero a algunas personas sí les ocurre con productos determinados, como el queso curado, el chocolate o el vino. Es una sorprendente relación que no ocurre siempre ni a todos por igual, porque cada uno siente los síntomas de manera diferente. A aquellos que suelen padecer de dolores de cabeza deberían conocer qué alimentos no les conviene tomar si notan los primeros síntomas de cefalea. Unas simples pautas para evitar dolencias innecesarias.

Los componentes de algunos alimentos, la clave
Por la histamina, la tiramina, la cafeína o la teobromina. Estas son algunas sustancias que hay en los alimentos que pueden estar implicados en las cefaleas.

La histamina se puede encontrar en cantidades elevadas en algunos pescados como la caballa, las sardinas o los boquerones, si están en mal estado. En estos casos, el dolor de cabeza suele venir acompañado de náuseas, vómitos y urticaria.

La tiramina y sus derivados también influyen en las migrañas. Se forman normalmente en los procesos de maduración en los quesos curados y el vino tinto. También el chocolate es rico en tiramina. Sus efectos más comunes son las cefaleas, en personas con migrañas y entre quienes toman antidepresivos del tipo IMAO. Estas crisis pueden provocar dolores de cabeza, palpitaciones y vómitos en los casos más graves.

La cafeína y la teobromina, están presentes en el café, en el té y en las bebidas de cola. Están asociados a dolores de cabeza, nerviosismo y taquicardias.

Las comidas frías, sin prisas
Cuando una sustancia muy fría entra en contacto con la parte trasera de la boca, y el comienzo de la garganta, se puede producir una reacción intensa en los vasos sanguíneos. Primero se contraen (por el frío) y se interrumpe el riego a los tejidos. Luego, para compensar esa falta de riego, se hinchan. Eso es lo que origina el dolor. Conviene, por tanto, comer despacio los helados y todas las comidas.