Llegó a Madrid encantada con Bilbao, donde visitó la exposición de Wim Wenders en el Gugghenheim, y causó sensación entre los presentes. Simpática, sonriente, con un aspecto más dulce de lo habitual -quizá por el pelo rubio que, según ella misma contó, su agente le ha pedido que lleve una temporada precisamente porque suaviza sus rasgos- y muy segura de sí misma, Milla Jovovich, que presentó su nueva película, Resident Evil dejó claro que la suya no es una belleza al uso: "En Estados Unidos, los hombres se sienten intimidados por las mujeres bellas, sólo pueden ser modelos, mejor que no hagan nada. Para ellos, ser bella es algo en sí mismo, es suficiente. En el cine está cada vez más de moda la mujer más dulce y sonriente, con aire vulnerable, así los hombres se sienten más masculinos, más hombres. En realidad no les gusta la belleza, les gusta las mujeres monas. Yo no soy mona, mi belleza es complicada y bastante cambiante".
‘No podría tener todo lo que tengo si me dedicara exclusivamente a posar’ Camaleónica y polifacética, la actriz, modelo y cantante -para aquellos que no lo sepan tiene varios discos en el mercado-, ha centrado su actividad en el mundo del celuloide, aunque sigue siendo imagen de L’Oreal ( ella misma afirmó en una entrevista que este contrato le permite pagar sus facturas) -"Actualmente sólo hago cosas como modelo si es por algún amigo que me lo pide. Estoy volcada en el cine. No podría tener todo lo que tengo si me dedicara exclusivamente a posar"- .
Eso sí, no quiere que la Meca del Cine la encasille, por eso alterna cine comercial con producciones independientes: "Nunca me he sentido parte de Hollywood. Allí soy un poco ‘Alien’. A Hollywood le gustan las etiquetas, y a mí, romperlas. No quiero que me vean como una actriz de comedia romántica o de acción".
