Todo está pensado al mínimo detalle

Por hola.com

El barco consta de 110 residencias privadas, de las que se han vendido casi la totalidad y 88 suites para invitados, disponibles para los familiares y amigos de los residentes. Todos los apartamentos tienen amplios salones y comedores, dos o tres habitaciones con baño individual cada una, cocina completamente equipada y terraza con jacuzzi opcional. A esto hay que añadir los más avanzados equipos de audio y vídeo y, por supuesto acceso a Internet y fax.

Cuatro diseños de interiores para elegir
Decorados con los más exquisitos muebles y telas, se ha buscado el buen gusto a la vez que la practicidad y la comodidad. Los compradores han podido elegir la distribución de sus casas entre cinco planos diferentes, así como su diseño interior entre varias opciones desarrolladas exclusivamente para The World por cuatro firmas de fama mundial: ‘Nina Campbell’, ‘J.P. Molyneux’, ‘Luciano Di Pilla’ y ‘Arquitectos Yran y Storbraaten’ -los cuatro diferentes estilos reciben el nombre de Comfort Tradicional, Continental, Contemporáneo clásico y Marinero, respectivamente-. También han sido elegidos con cuidado todos los accesorios del hogar: vajillas de porcelana Wedgwood, cuberterías de Christofle y linos de Frette, que harán las delicias de todos sus habitantes.

Alquiler por casi 2.400 euros al día
En los períodos en los que no vivan a bordo, los dueños pueden alquilar las viviendas, cuyo tamaño oscila entre los 102, 8 y los 301,2 metros cuadrados. Aunque, eso sí, el precio no es para cualquier bolsillo; la estancia mínima es de cinco días a un coste de 2.353 euros al día el más económico, gastos de embarque y propinas incluidas.

Las suites de invitados
Los invitados y familiares de los residentes podrán ocupar alguna de las 88 suites, decoradas por la firma ‘Hirsch Bedner Associates’ -especializada en hoteles de lujo-, concebidas para ello. Bajo el nombre de Libretto, Adagio, Concerto y Sonata Suite se esconden espléndidas habitaciones de 24 a 60 metros cuadrados con dos camas o cama grande, zona para sentarse, mueble bar, escritorio, tocador y cuarto de baño de mármol.
Pero las suites también tienen otra función. Si uno no se decide a adquirir una de las viviendas, puede ‘comprar’ 30, 60, 100, 200 o 300 días a bordo de una de las ‘suites’. Los residentes de la nave pueden embarcar en cualquiera de los puertos previstos y permanecer a bordo el tiempo que deseen. Incluso está previsto que puedan sugerir destinos.

Para no aburrirse
Pero, ¿qué sería un transatlántico de lujo sin diversiones para los pasajeros?. En The World todo está pensado al detalle. Este complejo residencial es capaz de responder a las peticiones más exigentes: dos piscinas, un completo y exclusivo centro de belleza, gimnasio completo con monitor personal si se requiere, ‘chef’ al servicio de los clientes 24 horas al día, centro médico, zona de conferencias con ordenadores, Internet y servicio de secretarias, terminal para helicópteros, pistas de tenis, circuito de footing de 275 metros de longitud, campo de golf de 300 metros cuadrados de césped real, dos calles para el drive y simulador indoor, casino, galerías con salones, tiendas y bares, night club, casino, etc. Las necesidad culturales quedan cubiertas con cine, un teatro, biblioteca y galería de arte.

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