Familiares y amigos despiden a Pedro Carrasco

Entre profundas muestras de dolor

Por Hola.com

Entre sollozos, Raquel Mosquera, afrontando las horas más duras de su vida, ha lanzado una súplica a los cientos de ciudadanos arremolinados a las puertas de la capilla del cementerio donde ha recibido sepultura su marido: "Aplaudid a mi niño".
Los restos mortales de Pedro Carrasco, fallecido el día 27 a causa de una parada cardiorrespiratoria, han recibido sepultura hoy, pasadas las tres de la tarde, en el cementerio madrileño de Carabanchel. Sus familiares más allegados le han velado durante toda la noche; numerosos amigos y representantes del mundo del deporte, de la cultura y del espectáculo se han acercado hasta el tanatorio municipal de la M-30 para dar su adiós al ex campeón de boxeo y apoyar a la familia en tan dolosos momentos.

Tristes y desgarradoras escenas ha protagonizado la joven viuda de Pedro Carrasco, Raquel Mosquera, que se ha derrumbado por el sufrimiento y ha necesitado ayuda de familiares y amigos para mantenerse en pie.Tras arrojar un puñado de tierra en la tumba, sus allegados la apartaron del lugar mientras la multitud congregada lanzaba gritos de "viva el campeón".
Rocío Carrasco, hija del fallecido, ha acudido al cementerio acompañada de su inseparable novio, Fidel Albiac que no ha querido dejarla sola en tan duros momentos. El dolor se reflejaba en el rostro de Rocío y de otros miembros de la familia Jurado que se ha mostrado muy unida en tan dura situación. Así, Rocío Jurado, ex mujer del boxeador, y su marido, el matador de toros, José Ortega Cano, han querido enviar una corona de flores y manifestar sus condolencias. Como homenaje, Rocío ha lanzado una rosa rosa al féretro. Aunque llevaban muchos años separados la cantante y el que fuera su primer marido y padre de su hija mantenían una excelente relación.

Pedro Carrasco falleció ayer a las 11.30 horas en su domicilio del madrileño paseo de la Habana, donde le encontró su esposa a las 16.30 horas de la tarde. Al parecer, Raquel Mosquera, que cada sábado acude a su peluquería, había quedado a comer con su marido. Al ver que éste no se ponía en contacto con ella, cerró su negocio y se dirigió a su casa. Ante la situación que encontró, Raquel, sin perder ni un ápice de esperanza, llamó a los servicios de urgencia del 112 para que enviasen una UVI móvil. Desgraciadamente sólo se pudo certificar la muerte del ex campeón.