Viajes

(Costa Rica)

Un espectáculo único: contemplar la erupción del volcán Arenal

1 2 

Cascada de los jardines del Tabacón Grand Spa, un cinco estrellas a los pies del volcán.

El volcán Arenal regala todo un espectáculo de fuegos artificiales.

Cuando su majestad se agita y la noche está despejada, la boca del Arenal regala a quienes se atreven a dormir a sus pies un espectáculo pirotécnico inigualable de bramidos telúricos y lava incandescente que se derrama despacio por sus laderas y enciende, con su rojo deslumbrante, las noches del trópico de Costa Rica.

Decían que era pacífico. En los tiempos ya remotos de la colonia no se le conoció un mal gesto, ni tan siquiera una amenaza velada, y las gentes de la zona le quitaban hierro al asunto llamándole el cerro Arenal. Pero con los volcanes nunca se sabe, su sola presencia siempre es inquietante, por mucho que su actividad fuese baja.
La falta de noticias, como dicen los más viejos del lugar, es por sí sola un aviso del infierno. Por eso, cuando el volcán Arenal se despertó furioso, un buen día de julio de 1968, con una espesa columna de humo y ceniza y causó la tragedia a su alrededor, cubriendo de lava los sembrados y cobrándose casi un centenar de vidas, nadie volvió a mirarlo de la misma forma. No se equivocaban. Desde aquella trágica jornada, este coloso situado a caballo de las provincias de Alajuela y Guanacaste prácticamente no ha parado de lanzar gases y vapor de agua, y hasta explosiones de un sonido bronco y seco, que se escuchan cada pocos minutos si se está atento. Pero el Arenal, a pesar de ser, hoy por hoy, el volcán más activo de Costa Rica y uno de los más activos del mundo, no parece asustar a nadie. Todo lo contrario. El peligro de una gran erupción ya ha pasado, aseguran los vulcanólogos.

Prohibida su reproducción total o parcial. ©2006 Hola, S.A.

  

1 2