Viajes

Cantabria

Santander, elegancia señorial y paisajes naturales de ensueño

1 2 

Popular playa del Sardinero.

Universidad Menéndez Pelayo.

La ciudad de Santander, el antiguo Portus Victoriae de los romanos, está situada en el centro mismo de una extensa bahía y tiene el privilegio de poder suplir su relativa escasez de monumentos —consecuencia del pavoroso incendio que sufrió en 1941—con unas grandes dosis de calidad de vida y una omnipresente Naturaleza, que casi siempre aparece asomada al Cantábrico. La espectacularidad de sus playas, especialmente las del Sardinero; la tranquilidad de sus paseos y la intensa vida intelectual y artística —entre los hitos culturales sobresalen los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y el Festival de Santander— hacen de la capital de Cantabria uno de los destinos veraniegos más selectos de España.

También durante el resto del año esta renovada urbe, que siempre huele a salitre, ofrece a sus visitantes los recursos turísticos suficientes. Uno de ellos es el recorrido desde su antigua puebla vieja, presidida por la catedral gótica y en la que también se descubre la iglesia jesuítica de la Anunciación, hasta la plaza del Ayuntamiento, con el conjunto formado por el Museo de Bellas Artes y la Biblioteca de Menéndez Pelayo. Otra interesante alternativa puede ser transitar por las concurridas calles peatonales que, tras pasar por la plaza Porticada, desembocan en el paseo de Pereda. En los muelles que se abren al mismo atracaban los grandes veleros que, a partir del siglo XVIII, realizaron el provechoso intercambio ultramarino de mercancías con las Antillas y con Filipinas. De esta intensa actividad deriva la esencia de una ciudad volcada al comercio y al mar.

IMPRESCINDIBLE

Península de la Magdalena.
Uno de los paisajes con mayor personalidad y belleza de toda la costa española. Entre boscosos jardines se alza el palacio de la Magdalena, que data de 1913. Fue residencia real y actualmente es la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Playas del Sardinero.
La avenida de la Reina Victoria, custodiada por señoriales palacetes y exclusivos hoteles, permite llegar hasta las playas del Sardinero. Los dorados arenales —cerca de dos kilómetros de longitud— de las playas del Camello, la Concha, la Primera y la Segunda son un verdadero paraíso para los amantes del más exquisito descanso estival.

Prohibida su reproducción total o parcial. ©2006 Hola, S.A.

  

1 2