Si te gusta el mundo de la enología, si disfrutas de la gastronomía y, además, quieres perderte y descansar durante unos días por algunos de los paisajes más bellos de Portugal, te proponemos un recorrido a orillas del río Duero para alojarte en algunas de las Quintas más famosas de Portugal donde se produce uno de los tesoros enológicos de este país: el oporto. El río, como hilo conductor, va por estos pagos enhebrando bodegas, pueblecitos con sabor y museos consagrados al vino, amén de deliciosos hotelitos y quintas en mitad de los viñedos en los que aprender a apreciar sus matices en las catas que organizan.
Enfilando desde la ciudad de Oporto hacia la cuenca del Duero comienzan a asomar paisajes alfombrados por las viñas con las que se produce el vino verde, pero nada más pasar Mesão Frio, les toman el relevo los viñedos del oporto, que se reservan para sí las colinas que desde allí van encauzando el río hasta casi despedirlo en la frontera con España. El llamado país del oporto puede presumir de ser una de las regiones vinícolas más despampanantes del mundo. Durante kilómetros y kilómetros, por carreteritas de viñedos, se despliegan estos paisajes extraordinarios catalogados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
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