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- Rajasthan (India)

Nueva Delhi, Agra y Jaipur: viaje al corazón de la India

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Los británicos convirtieron Nueva Delhi en la capital del país en 1911

Qutab Minar, el minarete más alto del mundo

Si hubiese que describir un país usando tan sólo una palabra, sería ‘contrastes’ la que mejor definiría a La India. Y es que es verdaderamente un país de contrastes. Los 1.100 millones de habitantes se reparten entre las grandes ciudades y las pequeñas aldeas que salpican cada uno de sus diferentes estados. Esta ruta que les proponemos le llevará a la capital, Nueva Delhi, y otras dos ciudades de gran importancia y relevancia cultural: Agra y Jaipur.

Si ha decidido viajar a la India, probablemente su avión le lleve directo a Nueva Delhi, la sede del Gobierno de la mayor democracia del mundo que a día de hoy se ha convertido en el más vibrante centro de arte creativo de la India. En 1911, los británicos la convirtieron en la capital del país. Podrá comenzar su visita por un lugar emblemático: la Puerta de la India, ubicada en el ‘camino de los reyes’. De estilo claramente colonial, su construcción comenzó en 1921 y duró diez años. Bajo él, hay una llama eterna, la llama del guerrero también conocida como Amar Jawan Jyoti. Raj Ghat puede ser su siguiente parada. Es uno de los monumentos más importantes, pues se trata de un memorial en recuerdo a Mahatma Gandhi, el líder hindú que condujo al país hasta su independencia. Se trata de una losa de mármol al aire libre que marca el lugar en el fue incinerado el 31 de enero de 1948. En él puede leerse: Hey Ram, que significa ‘Oh Señor’, sus últimas palabras antes de morir.

Una vez que haya recorrido sus amplios jardines, podrá dirigirse hacia el Qutab Minar, el minarete más alto del mundo, el más antiguo y representativo del arte islámico en Nueva Delhi. Construido en ladrillo, data del año 1193, aunque no se completó hasta 1368. Si todavía tiene ganas de seguir recorriendo las calles, podrá visitar alguno de los mercados de la ciudad, en los que el colorido de los saris de las mujeres y el olor a especias impregnan el ambiente. Antes de regresar al hotel, una última parada: no deje de visitar el mausoleo de Humayun, un complejo de edificios de arquitectura mongol. Es un monumento al amor. Fue la viuda de Humayun quien mandó construirla tras la muerte del emperador que le ha dado nombre. Su construcción data del siglo XVI y en 1993 la UNESCO lo consideró Patrimonio de la Humanidad.

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