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La cita es a las 11,45 en la place de l’Etoile, esquina con la avenida Kleber. Quince minutos después los viajeros que esperan al Bustronome suben a este autobús gastronómico de doble piso con techo totalmente acristalado y color negro y se instalan cómodamente en sus asientos para empezar a disfrutar con otro punto de vista de la capital del Sena. Arranca el recorrido y ante los ojos van desfilando monumentos y museos que son la envidia del mundo, sus elegantes avenidas, plazas, barrios y esas brasseries que condensan el espíritu de la ciudad.
A la misma hora, en la parada de los jardines de Victoria Embankment, esperan los que se disponen a conocer Londres subidos en otro de estos autobuses-restaurante y disfrutar de la exquisita propuesta de unos tours que han empezado a surgir en Europa y pronto llegarán también a la ciudad de Nueva York.
El autobús conduce frente a los monumentos y se detiene brevemente para que los viajeros puedan contemplarlos y tomar fotografías desde la mesa, los pasillos o la terraza panorámica superior, con vistas de 360 grados. El itinerario del Bustronome por París enfila hacia los jardines y la explanada del Trocadero y llega a la gran dama de hierro de la Torre Eiffel. Después de dejar atrás el parque del Champ de Mars (Campo de Marte) se ven los muelles del Sena y otros grandes monumentos parisinos: los Inválidos, el Museo d’Orsay, el Louvre, Notre-Dame, la place Saint-Michel y el Hôtel de Ville.
La torre Eiffel,un icono de altura que nació para ser efímero
De postre todavía aguardan muchos otros lugares sonoros de la capital: la Ópera Garnier, la Madeleine, la place de la Concorde y una de las más bellas avenidas del mundo, los Campos Elíseos, con joyas de la arquitectura como el Petit Palais y el Grand Palais, fachadas de estilo Haussmann y sus tiendas de lujo. Para que nadie pierda detalle de todo, los pasajeros disponen de un lápiz audioguía en 8 idiomas que detalla cada etapa de la visita al ponerlo sobre un mapa.
RESTAURANTE GASTRONÓMICO A BORDO
Hasta aquí podría ser el recorrido del bus turístico, pero en el Bustronome, con capacidad para 38 pasajeros, este itinerario va acompañado de una propuesta de cocina francesa gourmet. En la mesa, siempre junto a la ventana, se sirven platos a base de productos frescos y estacionales de la mano del chef Sébastien Nicolleau (4 si el tour se hace a la hora del almuerzo y 6 por la noche), como una torta de carrillada de buey o un risotto de verduras, que se incluyen en el menú vegetariano.
La experiencia culinaria se disfruta sin sobresaltos, porque el autobús va a una velocidad constante y reducida (menos de 30 km/h), los camareros están entrenados a este tipo de servicio y los vasos y platos no se mueven de su sitio gracias a un sistema especial de soporte. El viaje acaba después de alrededor de dos horas (algo más largo si es el de tarde-noche). Se puede reservar a través de Civitatis (civitatis.com) y tiene un precio de 70 € en el primer caso y 120 € para la cena.
El itinerario del elegante comedor sobre ruedas por Londres parte de Victoria Embankment y pasa por el London Eye, la catedral de St Paul, la Torre y el Puente de Londres o The Shard, el palacio y la abadía de Westminster, el Big Ben o Trafalgar Square. Y va hasta los museos Victoria y Albert o el Museo Natural de Historia, Hyde Park, Cambridge House o Piccadilly Circus en el horario de noche. A bordo, las propuestas gastronómicas del chef Ignacio Nuccio, que ofrece cocina de temporada y contemporánea.
El autobús gastronómico de Londres sale a las 19,30 de Victoria Embankment y se puede reservar a través de Civitatis (civitatis.com). Tiene un precio de 136 € (menú y 2 bebidas) y 170 € si se acompaña de vino y champán.
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