Ruta por la sierra madrileña: en busca de la laguna más bella de Guadarrama

Una caminata de 2,5 horas (solo ida) lleva hasta la laguna de los Pájaros, esa charca glaciar que se acurruca en el macizo de Peñalara, la máxima altura de la sierra. Para completar una jornada memorable están el monasterio de Santa María del Paular y las piscinas naturales del río Lozoya.

Por ANDRÉS CAMPOS

La laguna de los Pájaros, que tiene solo 40 metros de ancha, es una belleza grandísima, para muchos la mayor de la sierra de Guadarrama. Forma parte de un conjunto de lagunas glaciares que se originaron hace más de 100 millones de años en el macizo de Peñalara, al desplazarse las grandes masas de hielo acumuladas en la mayor altura de la sierra. Por orden de proximidad al puerto de Cotos son: la Grande, las Lagunillas, las Cinco Lagunas, la de los Claveles y la de los Pájaros. Esta está a 2,5 kilómetros al noreste de la Grande y tan alta (2175 metros), que su orilla se funde visualmente con el cielo, de modo que, más que una laguna salvaje, parece una infinity pool de diseño.

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EL INICIO DE LA EXCURSIÓN

En el puerto de Cotos, donde Madrid y Segovia se tocan, arranca un camino sencillo y bien señalizado (en caso de duda, hay allí mismo un centro de visitantes: parquenacionalsierraguadarrama.es) que en una hora lleva junto a la laguna Grande, la madre del río Lozoya, que no es que sea enorme, pero es la mayor del Parque Natural de Peñalara (350 metros de circunferencia), y el lugar más visitado.

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EL PUENTE DE MADERA

Una vez contemplada la laguna Grande, para llegar a la laguna de los Pájaros, que está más distante y más arriba, hay que retroceder 500 metros por el camino de acceso y, nada más rebasar un chozo circular de piedra y tejado de retama, tomar un desvío señalizado que cruza el arroyo de la Laguna por un puente de madera. Hora y media después (2,5 desde Cotos), se descubre, acurrucada al pie del risco de los Claveles, la laguna, perla del macizo de Peñalara. Un espejo de 170 x 40 metros, con un marco de césped que ni pintado para sentarse a almorzar y luego sestear como un bendito, porque más cerca del paraíso no se puede estar.

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EL PAULAR

Antes o después de caminar hasta la laguna de los Pájaros, vale la pena acercarse en coche al monasterio de Santa María de El Paular (monasteriopaular.com), que está subiendo al puerto desde Rascafría y que fue fundado en 1390 por cartujos. Dos son las joyas de este lugar: el retablo de alabastro policromado y el claustro gótico con detalles mudéjares decorado con 52 grandes lienzos de Vicente Carducho.

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EL MEJOR FINAL: UN BAÑO EN EL LOZOYA

Hay áreas acondicionadas para ello, como las piscinas naturales de Las Presillas, en la zona del Paular, a 2 kilómetros de Rascafría (la entrada para las personas es gratuita; los coches deben pagar 9 €). Y hay pozas realmente salvajes, como las que pueden encontrarse poco más arriba del puente de piedra de la Angostura, caminando media hora por la pista forestal que arranca en el kilómetro 32,400 de la carretera M-604, cinco más arriba del Paular.

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GUÍA PRÁCTICA    

 Dónde dormir

En El Rincón de Rascafría (hotelelrinconderascafria.com), un hotel con encanto, muy recomendable para parejas, con suites de 30 metros con techos abuhardillados. Otra opción en la misma localidad es la Posada El Campanario (posadaelcampanario.com), con una decena de habitaciones y un salón común.

Dónde comer

En Caldea (restaurantecaldea.com), en Rascafría, un viejo pajar rehabilitado cerca del centro cuya especialidad son las setas, las carnes de la sierra de Guadarrama, los asados de cordero y cochinillo y el bacalao. Buenas referencias también en el mismo pueblo, Conchi (restauranteconchi.es), de cocina casera del valle, Los Claveles (restaurantelosclavelesrascafria.com), camino del puerto de Cotos, en un pinar a orillas del Lozoya, y El Pilón (restauranteelpilonrascafria.es), de cocina de temporada, con extensa carta y buen menú diario y de fin de semana. Destacan los platos de cuchara y el chuletón y el entrecote de ternera de la sierra de Guadarrama.

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