La Ruta de las Villas, un paseo con mucho estilo por Benicàssim

Es como una Biarritz a la valenciana, por eso, qué mejor plan para que los amantes de la arquitectura descubran en esta localidad de Castellón su lado más artístico cualquier fin de semana.

Por hola.com

Benicàssim es mucho más que festivales y playas, es historia, gastronomía y, sobre todo, arte de estilo francés. Y la mejor prueba de ello es la Ruta de las Villas. La forman un conjunto de palacetes levantados a finales del siglo XIX y principios del XX en primera línea de las playas Torre de San Vicent, Almadraba y Voramar que son un claro reflejo de la gran diversidad y riqueza arquitectónica de la que presume esta localidad mediterránea. 

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El conjunto lo forman 51 villas catalogadas, de las cuales solo 19 están señalizadas. Entre ellas destacan la Villa Pons –levantada en 1905– Villa Amparo, que es una de las más antiguas, construida en 1880, o la Villa del Mar, cuyo edificio se asemeja al de una iglesia medieval. Concebido como café-restaurante, el hotel Voramar, que fue punto de encuentro y escenario de multitudinarias fiestas y en el que se alojaron personajes de la talla de Hemingway o Alejo Carpentier.

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En función de la corriente artística predominante en el momento de construcción y el carácter de los residentes originarios, la ruta se divide en dos itinerarios: el Infierno, que debe su nombre a las glamurosas fiestas que los miembros de la burguesía valenciana celebraban en las villas de dicha zona; y la Corte Celestial, a todo lo contrario, su ambiente tranquilo, cuya primera construcción es la llamada Villa Dávalos. Entre ambas rutas quedan los jardines de Comín, conocidos como El Limbo.

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MUY PRÁCTICO

Se pueden adquirir, a través del ayuntamiento, audioguías de forma gratuita para seguir la Ruta de las Villas. En el mes de septiembre en la localidad se celebra este esplendoroso momento histórico con la fiesta Benicàssim Belle Époque (benicassimbelleepoque.es).