Vacaciones de película para todos los públicos
Este verano en Cataluña, no oirás un “mamá, me aburro”. Buceo, ciclismo, toboganes acuáticos, murallas, jardines, naturaleza y un sol radiante. Si tu hijo se cansa de hacer castillos de arena, echa un vistazo a la agenda de actividades. Está todo pensado para que niños y grandes se diviertan... y descansen.
Restaurantes con tronas, piscinas adecuadas a la seguridad de los niños, hoteles con cunas de viaje, miniclubs y actividades infantiles, parques temáticos, playas perfectas con todos los servicios y refrescantes paisajes de montaña donde descubrir la naturaleza. Y, además, estaciones náuticas donde se ofrecen todo tipo de actividades deportivas en el mar: aprender a practicar windsurf, alquilar una moto acuática, hacer un descenso de submarinismo... Viajar con niños es un placer en cualquiera de los municipios certificados por la Agencia Catalana de Turismo como adecuados para familias. Coincidiendo con el Año del Turismo Familiar, ofrecen, además, un sinfín de ideas:
COSTA BRAVA, LA BUENA VIDA PARA TODOS
En el litoral de Girona, cuajado de pueblitos encantadores entre calas y pinares, reina el arte, la historia y una rica gastronomía. También para los más pequeños.
Desde Roses, donde La Ciutadella y el castillo de La Trinitat rememoran los juegos de caballeros y princesas a cualquier edad en recorridos teatralizados, se puede contratar una salida de buceo al cap de Creus: un bautismo subacuático para niños a partir de ocho años. Cerca, en Els Aiguamolls de l'Empordà el espectáculo está en el cielo: birdwatching para todas las edades.
En otra de las localidades child friendly de la Costa Brava, Blanes, además del trenecito que recorre la fachada marítima, niños y padres pueden aprender los secretos de las plantas en los jardines botánicos con vistas al mar de Marimurtra o el Pinya de Rosa, considerados de los mejores del Mediterráneo, junto con el de Santa Clotilde, en Lloret de Mar. En este municipio los pequeños se divertirán con los toboganes gigantes del mayor parque acuático de Europa, el Water World; las tirolinas y puentes suspendidos del parque multiaventura Arbreaventura; o los juegos infantiles del Gnomo Park.
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Torroella de Montgrí-l’Estartit es el paraíso del turismo en familia. La estación náutica del Estartit-Illes Medes ofrece todo tipo de actividades acuáticas: kayaks de mar, veleros, sky náutico, snorkeling... Nada de aburrirse tampoco en Castell-Platja d'Aro, con visitas teatralizadas por el camino de ronda de S'Agaró, el Museo de Muñecas y la divertida programación de actividades veraniegas: feria de artesanía, vuelos de cometa, mercado medieval...
Y para combinar ocio infantil y turismo enológico, nada mejor que las visitas guiadas a las bodegas de Calonge-Sant Antoni. En la cuenca de Tinar, se puede contratar un paseo a caballo o en poni.
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COSTA DAURADA, ¡MENUDOS ROMANOS!
¿Qué mejor experiencia para un niño que viajar al Imperio romano? Si, encima, se esconde entre kilométricas playas donde practicar actividades deportivas y culturales, la familia está servida...
Salou es sinónimo de viaje en familia. Su variada oferta hotelera, sus playas —destaca la de Llevant, con un miniclub de 200 m2— y PortAventura, insignia del ocio infantil, han hecho famoso a este municipio cien por cien familiar. Por supuesto, en verano está repleto de programaciones para toda la familia.
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El pintoresco pueblo de Cambrils es el mejor escenario para rescatar historias de piratas y marineros en sus callejones estrechos y sus muelles, donde los pescadores regresan de la faena cargados de delicias que luego sirven en sus restaurantes.
En Calafell, pequeños y mayores podrán darse un baño de historia medieval y antigua visitando la ciudadela íbera de la Santa Creu y las cisternas romanas del Vilarenc después de un saludable chapuzón de verdad en sus playas ricas en yodo. Más días de asueto en la playa de La Pineda, con club infantil, en el municipio Vila-seca, La Pineda Platja, donde descubrir el Pinar de Perruquet, uno de los pocos de la costa mediterránea que todavía quedan intactos, o vivir la experiencia de tocar a los delfines en el Aquópolis.
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COSTA BARCELONA, CULTURA EN FAMILIA
Muy cerca de la ciudad de Barcelona, la comarca del Maresme es una de las zonas de más arraigada tradición de Cataluña, perfecto para descubrirla con toda la familia.
Danzas tradicionales, pero también títeres, marionetas y cuentos para los más pequeños animan las noches en el paseo de Manuel Puigvert de Calella. Durante el día, fiesta de la espuma en la playa de Garbí (lunes y jueves) o un paseo en carrilet o pequeño tren que recorre la localidad. Ideas para todos los gustos también en Pineda de Mar: ¿playa, con actividades náuticas y parque infantil, o montaña, con rutas a pie o en bicicleta por el parque natural del Montnegre-Corredor? ¿Y por qué no una tarde en el museo? La Fundación Tharrats d’Art Gràfic, con obra de Miró, Tàpies, Brossa, Clavé, Subirachs o Guinovart, propone también actividades infantiles.
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Otro museo imprescindible para toda la familia es el Museo del Campesino, en Santa Susanna, que muestra la transformación de la comarca del Maresme a través de la agricultura. Al aire libre se puede disfrutar de la gran oferta de playa y naturaleza de la zona, o de las actividades del parque temático Activ Natura y o del acuático de Marineland.
Más “lección” de historia del Maresme con la Ruta Urbana de Malgrat de Mar, visita guiada para adentrarse en la cultura de este pueblo costero . Para descansar, los 60.000 m2 de zona verde o la playa del Astillero, que dispone de ludoteca con “biblioplaya” y otras actividades para entretener a los niños. Y curiosas, las figuras gigantes del Parque Francesc Macià.
NATURALEZA Y ARTE EN EL INTERIOR
¿Quieres conocer donde vive el oso pardo?, ¿hacer senderismo, montar a caballo o navegar en canoa?, ¿admirar pinturas rupestres? En Cataluña, la montaña también está preparada para recibir la visita de toda la familia.
En Valls d'Àneu se encuentra el Parque Nacional de Aigüestortes y el lago de Sant Maurici, donde realizar todas estas actividades de naturaleza. También se puede programar una excursión al Parque Natural de l'Alt Pirineu, en la zona de la Mollera d'Escalarre, donde hay diversos miradores de pájaros, o bien a la zona del bosque de Bonabé, hábitat del oso pardo. La ración cultural la pone el Festival Esbaiola't en Esterri d'Àneu, teatro para todos los públicos que se celebra en julio.
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Y en las Muntanyes de Prades, a 1.200 metros sobre el nivel del mar, puedes desconectar del todo haciendo, por ejemplo, una visita al antiguo edificio Presó Nova de Montblanc, donde se ubica el Centro de Interpretación de las pinturas rupestres de la zona, declaradas Patrimonio de la Unesco.
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