Ocho planes muy activos (y divertidos) para pasar este verano en los Alpes
De la fiesta de la Désalpe en Charmey al ascenso al pico del Moléson, pasando por un baño en La Gruyère o una inmersión en el universo del chocolate en Broc. Propuestas para unas vacaciones distintas en la región suiza de Friburgo.
LA FIESTA DE LA DÉSALPE La cita será, como cada año, el último sábado de septiembre en Charmey, cuando miles de personas se volverán a reunir en este pueblo de montaña de los Alpes friburgueses, Suiza, para celebrar esta fiesta en la que se da la bienvenida a las adornadas vacas que regresan al valle después de pasar el verano pastando en las montañas.
TIROLINAS EN LOS ALPES Hay formas y formas de divertirse, y algunas además con un plus de adrenalina, como la de lanzarse por las tirolinas que van desde la estación de montaña de Vounetse (1.627 m.) hasta el parque de aventuras situado 400 metros más abajo, en la estación intermedia de Rapido Sky. Una perspectiva diferente de los Alpes a unos cuantos centímetros del suelo.
ASCENDER AL MOLÉSON Es la montaña más popular de los Alpes friburgueses y gracias al funicular y al nuevo teleférico su acceso es muy fácil. Desde su cima, a 2.002 metros de altura, se despliega una panorámica impresionante, especialmente desde el observatorio, que cuenta con los mayores prismáticos de Europa. De día, la vista de 360º alcanza desde el lago de Lemán hasta el Jura y desde el Mont Blanc a los picos de la región más elevada de Berna. Por la noche, se ofrecen sesiones de astronomía. Para los más activos, una vez arriba se pueden practicar deportes como montar en carrilana, en un patinete gigante o seguir una vía ferrata. Y, como remate, cenar una fondue en el restaurante panorámico al caer el sol.
UNA RUTA SENDERISTA PARA TODA LA FAMILIA Es sencilla y lleva de Charmey hasta Broc pasando por el desfiladero de las gargantas de la Jogne. En el camino hay que atravesar varios puentes de madera, como el que cruza un brazo del lago de Montsalvens.
LOS BAÑOS DE LA GRUYÈRE Para los que busquen otros placeres más tranquilos. Los juegos de agua, las duchas en cascada, las saunas, los hamman, los baños turcos o las dos charcas alpinas de agua mineral natural calentada a 34º invitan a una sesión de pura relajación en este espacio diseñado en consonancia con el entorno y con vistas a las montañas de la región de La Gruyère.
UNA VISITA A LA CARTUJA DE LA VALSAINTE A 4 kilómetros de Charmey, en Cerniat, se levanta desde hace ocho siglos esta cartuja habitada de 1863 por monjes, la única activa de esta orden en Suiza, a los que se les puede ver realizando su paseo semanal por las montañas. Su capilla es visitable.
DE QUESERÍA EN QUESERÍA Recorrer el sendero que lleva entre la quesería del pueblo del Moléson y La Maison du Gruyère, en Pringy, es un plan de lo más apetitoso. La excursión, de unas dos horas de duración, atraviesa praderas y bosques mientras se disfruta de las vistas al Moléson. Si por el camino apetece tomar un plato recién salido del horno, hay que tomar la ruta vía Reybes, que lleva hasta la cabaña alpina Les Mongerons, abierta solo en los meses de verano.
SUMERGIRSE EN EL UNIVERSO DEL CHOCOLATE Una experiencia inolvidable y para todos los sentidos es pasar un día en la fábrica de chocolate Maison Cailler, la marca de lujo de Nestlé, situada en Broc. Durante el recorrido interactivo y audiovisual se pueden contemplar misteriosas ceremonias de cacao aztecas; oír relatos cautivantes sobre François-Louis Cailler, el fundador de la marca; tocar granos de cacao tostado, oler chocolate recién hecho y, finalmente, degustarlo y llevarse como recuerdo toda la gama de chocolates de Cailler of Switzerland.
