Un fin de semana muy surrealista por la Costa Brava siguiendo a Dalí

El 25 aniversario de la muerte del pintor anima a una escapada al Ampurdán, una comarca que atesora biorritmos deliciosamente mediterráneos y que él convirtió en su particular estudio. Hoy, esa simbiosis del artista con su patria chica sigue latente en el 'triángulo daliniano', el mejor recorrido para zambullirse en el mundo del genio.

by hola.com

Son muy pocos los artistas, apenas un ramillete, capaces de forjar a la par una vida y una obra tan rabiosamente universal como local. Uno de ellos es Salvador Dalí, un genio irrepetible que no puede entenderse sin el lugar donde forjó su mito y su universo particular, y ese no es otro que el hermoso yunque mediterráneo del Ampurdán. De ahí que no hay mejor hilo conductor para aproximarse a Dalí que descubrir los escenarios ampurdaneses que él eligió para vivir y crear. 

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Siguiendo esa lógica, la ciudad de Figueres ocupa un lugar de privilegio. La capital de la comarca del Alto Ampurdán le vio nacer y morir. Los miles de turistas procedentes de todo el mundo que llegan cada año hasta Figueres constatan la presencia constante del genio en la ciudad: en la calle Monturiol y la plaza de la Palmera, donde nació y vivió, pero también en la iglesia de Sant Pere, en la que fue bautizado. No obstante, en Figueres, todos los pasos se encaminan hasta el corazón del imaginario daliniano: el Teatro-Museo Dalí. Diseñado por él mismo sobre los restos del antiguo teatro municipal, todo aquí es anárquico, onírico y transgresor, empezando por su emblemática cúpula geodésica.


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Inaugurado en 1974 y presentado por el genio como ”el mayor objeto surrealista del mundo”, el Teatro-Museo Dalí acoge la más notable colección del artista, 1.500 obras entre las que destacan famosos cuadros como El espectro del Sex-appeal (1932) o Autorretrato blando con beicon frito (1941). Por si fuera poco, el museo acoge también obras creadas por el artista para este espacio -como la Sala Mae West o el Cadillac lluvioso-, salas con montajes ópticos como las de la Torre Galatea o, incluso, la cripta con la tumba del pintor. 

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Tras Figueres, la siguiente coordenada imprescindible en el triángulo daliniano es la Casa-Museo de Portlligat. Siguiendo la carretera que va desde el luminoso pueblo de Cadaqués -símbolo turístico de la Costa Brava y otro de los escenarios preferidos del pintor catalán, donde pasó largas temporada en su infancia y juventud- al faro de Creus aparece Portlligat. Este fue el lugar que Dalí, junto a Gala, su esposa y musa, entronizó como su refugio más perdurable. Sobran los motivos: barcas de pescadores dormitando junto a una rada, pinos que casi lamen el mar, plácida belleza mediterránea... En la Casa-Museo, en su origen una barraca de pescadores, se conservan las estancias, mobiliario y objetos cotidianos de Dalí y Gala y en su laberíntico diseño se suceden pequeños espacios, pasillos sin salida y un sinfín de muebles antiguos, recuerdos y objetos relacionados con la actividad artística de la célebre pareja. 

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La Casa-Museo de Portlligat fue la única casa estable de Dalí, el lugar donde vivió y trabajó hasta que, en 1982, con la muerte de Gala, fijó su residencia en el Castillo de Púbol. Esa es, precisamente, la última arista del triángulo daliniano. De constatar el magnetismo ejercido en el artista por su esposa y musa, la rusa Elena Ivanovna Diakonova, la célebre Gala, se encarga este refugio que Dalí regaló a su amada y que, a la postre, se convertiría en su mausoleo. El pintor no escatimó en reformas para una construcción medieval cuyos orígenes se remontan al siglo XI. Deambular por este castillo supone descubrir el universo particular de esta pareja: las estancias privadas de la musa –como el Trono de Gala o su baño-, la colección de trajes de alta costura que ella guardaba en el desván, las grandes esculturas de elefantes que decoran el jardín o las pinturas que el pintor le regaló para exponer en el castillo. Así es el Castillo de Púbol, un broche de oro teatral y único, como no podía ser de otro modo, al recorrido por los paisajes ampurdaneses que marcaron el universo del genio Dalí.


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GUÍA PRÁCTICA

Dónde dormir
MAS FALGARONA [Figueres, masfalgarona.com]. Hotel-boutique en una casa de campo del siglo XV a 4 kilómetros de Figueres, con encantadoras habitaciones y jardín con piscina.
VISTABELLA [Roses, hotelvistabella.com]. Romántico hotel romántico en primera línea de playa con spa, terraza con jacuzzi, restaurantes y un pantalán propio para el barco. Su suite Real inspirada en Dalí tiene 120 m2. Acorde restaurante Els Brancs.
CAN XIQUET [Cantallops, canxiquet.com]. Hotel restaurante que destaca por su esmerada simbiosis entre naturaleza y modernidad. Espectaculares vistas.

Dónde comer
EL MOTEL [Figueres, es.hotelemporda.com]. Restaurante del hotel Empordà descrito como el ”santuario de la cocina catalana”.
MAS PAU [Avinyonet de Puigventós, maspau.com]. Gran teatro gastronómico liderado por dos discípulos de Ferrán Adrià, Toni Gerez y Xavier Sagristà en una antigua masía del siglo XVI.
EL MOLÍ [Pont de Molins, hotelelmoli.es]. La familia Lladó es fiel a sus más de 30 años de historia entre fogones. Productos de la zona con un aire renovado. 


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No dejes de…
Acercarte, en el entorno de Figueres, a las ruinas de Empúries; en el entorno de Port Lligat, al Cap de Creus, con sus increíbles puestas de sol, y en el entorno del castillo de Púbol, a los pueblos medievales de Peratallada, Pals y Monells.

Más información
FUNDACIÓ GALA-SALVADOR DALÍ, salvador-dali.org

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