George Clooney y su historia de amor con el lago de Como
El actor vive enamorado de Italia desde que compró una villa en Laglio, uno de los pequeños pueblos que se asoman a este espejo de agua enmarcado por la cordillera de los Alpes y que conforma uno de los escenarios más impresionantes de toda la Lombardía.
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Cuando en el año 2002 George Clooney compró Villa Oleandra, una casa palaciega del siglo XVIII en la pequeña localidad de Laglio, a orillas del lago de Como, su espíritu vital cambió de una manera muy agradable e inesperada: “Me di cuenta de lo hermosa que era la vida en Italia”. Su amor fue correspondido y la gente del lugar acabó también rendida a sus pies, hasta tal punto que le nombraron ciudadano de honor. Es aquí donde recarga sus pilas y donde quiere ser tratado como un vecino más, aunque a veces cueste trabajo, porque pese a que la llegada del actor estadounidense fue un billete de lotería premiado para Laglio, son también multitud los curiosos y paparazzis que en los últimos años han creado el caos en sus calles en espera de una sonrisa, un autógrafo o una foto de la estrella de cine. Y claro, eso ha llevado a las autoridades a proteger su intimidad, tanto que se ha decidido prohibir a los no residentes permanecer en las calles alrededor de sus dos residencias –Villa Oleandra y Villa Margherita- y navegar a menos de cien metros de su orilla.
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Con toda seguridad Clooney sea uno de los más atractivos que merodean por este entorno, pero ni ha sido el primero ni será el último que ha caído de rodillas frente a la belleza del lago de Como. Antes que él la alabaron otros como Leonardo da Vinci, Stendhal, Liszt, Verdi, Bellini, Thomas Mann... y también Hitchcock, Sinatra, Madonna, Donatella Versace.. ¿Qué tiene pues este lugar para causar tanta admiración?
Para empezar, una irrepetible escenografía, la que conforman las aguas del lago –una de las más profundas de Europa-, los pueblos empinados que toman asiento en sus orillas, los bosques y colinas que lo enmarcan, la cordillera alpina como telón de fondo y esa mezcla entre paisaje mediterráneo y paisaje lombardo que cambia sensiblemente dependiendo de la luz y la bruma.
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El lago tiene forma de Y invertida, en el extremo Oeste se encuentra la ciudad de Como, a unos cincuenta kilómetros en coche al norte de Milán. Y en ese mismo brazo, Cernobbio, donde está el famoso y legendario hotel Villa d’Este; Laglio, que formó conjunto hasta principios del siglo XX con Brienno, un pueblo medieval que bien merece una visita; y, en la misma entrada, Cadenabbia, punto de partida para un montón de excursiones por la cordillera prealpina, como la que lleva a la ermita de San Martino, pero, sobre todo, famoso por los jardines de Villa Carlotta, un auténtico paraíso botánico decorado con fuentes, escalinatas y esculturas.
En el brazo Este, está la moderna y activa Lecco, donde vivió el poeta y escritor italiano Alejandro Manzoni, que en esta zona ambientó su famosísima novela Los Novios. Y, en el centro de todo, la bellísima y señorial Bellagio, ocupando el punto más estratégico del lago, donde se unen sus dos brazos inferiores y se mira de frente al del Norte, que lleva a la frontera con Suiza . Además de las ruinas del castillo defensivo y la fortaleza del siglo XI que protegieron la ciudad en otros tiempos, hay que llegar hasta su iglesia de San Gioacomo para ver uno de los mejores ejemplos de estilo lombardo del siglo XII, respirar en los jardines de la bella Villa Melzi, pasear por sus calles empinadas que desembocan a la orilla del lago donde toman asiento buenos –y caros- restaurantes, y, por supuesto, tomar un buen café (italiano, claro está).
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Desde Bellagio lo mejor es tomar un ferry para visitar otros pueblos de italianísimos nombres y aspecto igualmente transalpino que, al borde del lago, también merecen atención, como Bellano, Tremezzo, Musso, Dongo, Menaggio, Pianello del Lario, Gravedona y, especialmente, Varenna, una antigua ciudad de pescadores que hoy es uno de los más pintorescos y encantadores de Como. Un entorno de lujo en el que Clooney ha encontrado refugio y sus colegas del cine decorado para películas como El ataque de los Clones, Casino Royale, de James Bond, y Ocean’s Eleven, que el Sr. Nespresso también protagoniza.
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