El baile de las auroras boreales

Antes las imágenes de este espectacular fenómeno natural que en invierno llena de brillos el cielo de la Laponia poco o nada se puede decir, porque cuando la naturaleza habla por sí sola y lo hace de esta manera no queda otra que callarse y deleitarse con el espectáculo de color que ofrece. Esta galería fotográfica es una invitación a disfrutar de él.

by hola.com

La visión es casi apocalíptica; los dibujos, siempre cambiantes, y los colores, fascinantes. La emoción de presenciar en el norte de Laponia, durante las noches claras y estrelladas del invierno, una aurora boreal es una experiencia única en la vida. Su baile en las alturas, a más de 100 kilómetros de distancia, lo provocan las partículas cargadas electrónicamente y transportadas por el viento solar al impactar a gran velocidad con los átomos y moléculas de la atmósfera terrestre. Un fenómeno tan poderoso y único que es capaz de encender el nevado paisaje ártico. En la Laponia finlandesa se contemplan haciendo senderismo con raquetas, desde una moto de nieve, practicando el esquí de fondo o en un trineo de huskies, pero nada como apreciar las auroras boreales desde un iglú de cristal con todas las comodidades. Cuando este show tiñe de azul, violeta, verde y rojo el cielo es cuando uno parece estar viviendo un sueño.

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Cada exhibición auroral es diferente, pero las formas más frecuentemente vistas son las cortinas de luz verde y los arcos brillantes / Foto: Antti Pietikäinen.  
Admirar la aurora boreal en un bosque invernal mientras se camina con raquetas de nieve o se practica esquí de fondo es una experiencia casi sobrenatural en Finlandia / Foto: Antti Pietikäinen. 
En Finlandia, las noches son lo suficientemente oscuras para contemplar las auroras boreales. Verlas requiere cielos despejados y un poco de suerte. Y la experiencia única resulta única si se complementa con pasar la noche en un tipi. 
Maravillarse de la aurora boreal a través del cristal térmico de un iglú o en una cabaña, acostado en una cómoda cama, es una experiencia que jamás se olvida / Foto: Miikka Niemi / Flatlight Films.  
Las cabañas junto al lago son una institución en Finlandia. En las temporadas de vacaciones, los finlandeses acuden al campo en búsqueda de tranquilidad y relajación que ofrecen estos acogedores refugios. También en invierno, cuando bailan en el cielo a las auroras boreales justo antes de irse a la cama.  
Una explicación científica del fenómeno diría algo como que el viento solar envía partículas cargadas a la Tierra y, al colisionar con su atmósfera, producen energía emitida en forma de luz.  
La aparición de la aurora boreal no se puede predecir con certeza, lo que hace que sea aún más especial. El Sol y la Tierra dirigen el espectáculo, y cada actuación es única.  
Para ver las auroras boreales hace falta que haya oscuridad suficiente y cielos despejados, por lo que la mejor época para divisarlas es a finales de otoño, el invierno y comienzos de la primavera. El mejor momento del día es una o dos horas antes y después de la medianoche y el fenómeno puede durar desde veinte segundos a varias horas / Foto: Rafa Pérez. 
La leyenda sami cuenta que un zorro cruza las mesetas árticas e ilumina el cielo con chispas que se desprenden de su cola al arremolinarse la nieve / Foto: Thomas Kast.  
La aurora boreal aparece 200 noches al año en la Laponia finlandesa. Cuanto más al norte, más posibilidades hay de verla. Saariselkä, Kilpisjärvi e Inari, junto con el resto de Laponia son los lugares más recomendables de Finlandia. En Helsinki y en el sur, la aurora boreal se puede divisar unas veinte noches al año, lejos de las luces urbanas.