De Madrid a Pompeya con el Rey Arqueólogo

Más allá de belenes, luces y mercadillos, esta Navidad no te pierdas la última propuesta cultural de la capital: un viaje virtual que revive la erupción del Vesubio en el siglo I y ensalza la labor de Carlos III como descubridor del yacimiento.

by hola.com

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Tienes seis meses por delante, pero estos días prenavideños seguro que encuentras hueco para visitar la exposición Pompeya. Catástrofe bajo el Vesubio, la nueva apuesta del Centro Arte Canal. Un marco de lo más apropiado -un antiguo depósito de agua de principios del siglo XX con columnas y arcos al estilo de los aljibes romanos- para recrear la que ha sido una de las mayores catástrofes naturales de todos los tiempos, ocurrida en el año 79 d.C. y que sepultó a las poblaciones de Pompeya, Herculano y Estabia, en la región de Campania.

La exposición, que reúne 600 piezas procedentes de museos italianos, alemanes y españoles, aunque en su mayoría del Arqueológico Nacional de Nápoles, es una auténtica fotografía de cómo se vivía hace ahora dos mil años. A lo largo del recorrido podrás conocer cómo era la vida de los pompeyanos antes, durante y después de la erupción del Vesubio y, descubrir la magnitud del que, paradójicamente, es el yacimiento más importante y mejor conservado de la época romana, ya que lo que no fue destruido por el fuego en 48 horas de agonía, fue perfectamente preservado para la posteridad por una capa de siete metros de ceniza.

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La muestra, que también resalta la importancia de Carlos III –y VII de Nápoles-, el Rey Arqueólogo, como descubridor y auténtico impulsor de las excavaciones en Pompeya, invita a un viaje por diez ámbitos temáticos que tiene como eje la Via dell’Abbondanza, la principal de la ciudad de Pompeya; un itinerario que, según avanza, aumenta en expectativa dramática hasta desembocar en la erupción del Vesubio, recreada mediante una espectacular instalación audiovisual.

Hay espacios dedicados a la historia de la ciudad de Pompeya; a la Casa de Menandro, una lujosa villa que debe su nombre al fresco que albergaba en su interior; a la pintura pompeyana, muy difundida e imitada en el Neoclásico; a la vida privada, al ocio, a la calle o el estilo pompeyano. Y también un capítulo para el Rey Arqueólogo o para las pompeyas españolas.

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Entre las piezas estrella de la exposición figuran un retrato de Hipólito y otro de una mujer joven, conocida como la Gioconda pompeyana’, procedentes ambas de frescos, al igual que la imagen de una ciudad portuaria; una estatua en bronce de un corredor, dos en mármol de Marco Holconio Rufo y de Apolo, un mosaico que representa el sacrificio de Ifigenia, un yelmo de gladiador, un pan carbonizado, el ‘efebo de Antequera’ y un molde en yeso de un hombre muerto en una escalera.

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Pompeya. Catástrofe bajo el Vesubio

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