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El Norte de Noruega ya se prepara para su época más espléndida, el invierno. Durante seis meses, tanto sus habitantes como los turistas viven la experiencia de contemplar auroras boreales, ir en trineos de perros, conocer la cultura del pueblo indígena sami en la Laponia Noruega y deleitarse con los manjares más suculentos de la temporada, como el reno, el cordero y el skrei.

Tromsø es la capital ártica por excelencia y un destino ineludible durante todo el año. En verano, aquí se viene a contemplar el famoso sol de medianoche, pero a partir del mes de noviembre, la luz da paso a las impactantes noches polares con sus auroras boreales pintando el cielo. Estas atracciones son el aperitivo de una aventura única en el Norte de Noruega a bordo del Vulkana, que surca las aguas gélidas del mar noruego con el objetivo de que sus pasajeros encuentren la serenidad que tan sólo la naturaleza es capaz de ofrecerles.

Atracado en Tromsø, el Vulkana, es un original barco pesquero de arrastre del año 1950, reformado y convertido en un spa flotante. Debajo de la cubierta se encuentra la zona lounge con el hammam -el baño turco tradicional-, la sauna con impactantes vistas al exterior y una sala para masajes de lo más variopintos. En la popa los pasajeros pueden contemplar el sol de medianoche o las auroras boreales mientras se toman un baño caliente en el jacuzzi o deciden zambullirse en el frío mar noruego.

Además de estos placeres a bordo, el Vulkana también ofrece safaris polares, sesiones de yoga y actividades al aire libre como la pesca en aguas profundas, esquí fuera de pistas en los Alpes de Lyngen o senderismo en montaña. Y para acabar el día y tras una jornada de actividades y relax nada como deleitarse con el mejor pescado y marisco de la zona en el restaurante del barco.

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Oficina de Turismo de Noruega