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El Museo Hermitage de San Petersburgo posee una de las más bellas colecciones del mundo de pintura francesa y rusa de principios del siglo XX. Y una buena muestra de ello es la selección de 75 obras que hasta el mes de septiembre se exhiben, por primera vez en los Países Bajos, en el Museo Hermitage de Amsterdam dentro de la exposición De Matisse a Malevich. Pioneros del arte moderno del Hermitage.

La mayor parte de las obras procede originalmente de las colecciones moscovitas de Ivan Morozov (1871-1921) y Sergei Shchukin (1854-1936), dos prósperos negociantes moscovitas del sector textil que en su deseo de hacer transitar el arte de su país natal por senderos completamente nuevos, llevaron el arte francés a Rusia.

Fauvistas y cubistas como Matisse, Picasso, Van Dongen, Derain, De Vlaminck y otros pioneros de la creación contemporánea y claves en la formación de la vanguardia están representados en la filial de este museo en Ámsterdam junto a famosos artistas contemporáneos rusos, como Malevich y Kandinsky.

La exposición centra la atención en la génesis del arte moderno como un fenómeno de la historia del arte, pero también hace hincapié en la inspiración de los artistas mismos, que a principios del siglo pasado desencadenaban una revolución artística, un momento crucial en la historia de los movimientos artísticos.

Entre las obras maestras presentes en la exposición destacan La habitación roja o Armonía en rojo (1908) y Naturaleza muerta con mantel azul (1906), de Matisse; El puerto de Hamburgo (1908), de Albert Marquet; Composition VI (1913) y Paisaje invernal (1909), de Kandinsky; Mujer con sombrero negro, de Van Dongen (1908) o Bebedora de absenta (1901), de Picasso, inspirada en la vida nocturna parisina y en sus solitarios protagonistas.