Herpes labial, una infección común contra la que también lidia Paula Echevarría

Los periodos intensos y prolongados de estrés físico o psicológicos pueden desencadenar la aparición de herpes labial. Este es una infección muy común, pero sobre la que existen peligrosos mitos

Por hola.com

Las últimas semanas han debido de ser especialmente intensas para Paula Echevarría, al menos en lo que respecta a nivel emocional. La felicidad de ver a su única hija recibiendo su Primera Comunión y la tensión generada ante la posibilidad de que algo pudiera salir mal, se mezclaban con cierto nerviosismo debido al gran interés mediático suscitado por el acontecimiento. Este cúmulo de estrés le ha terminado pasando factura a nivel de salud. Así se pudo comprobar el pasado sábado. Aunque intentó camuflarla con maquillaje, Paula Echevarría posaba ante los fotógrafos con una infección por herpes labial.

Esta infección en el labio, provocada por el microorganismo que en un determinado momento nos ocasionó la varicela, es bastante común en todo el mundo. Esto se debe a que, una vez que el virus entra en contacto con un individuo, no se puede eliminar de forma definitiva. Permanece “escondido” y debilitado en el organismo, sin manifestar alteraciones visibles, hasta que un determinado factor lo fortalece y reactiva. “Por cansancio, por episodios infecciosos como la gripe, por el frío y el sol, y por cambios hormonales, como la menstruación, podemos sufrir la reactivación del herpes labial”, explica la farmacéutica Marián García. La experta asegura que “el 90% de la población tiene el virus latente”.

El principal desencadenante de la aparición del herpes labial suele ser el estrés físico o psicológico, sobre todo cuando el grado de exposición al factor estresante es intenso y se sufre durante un largo periodo de tiempo. Una ruptura sentimental, un matrimonio infeliz, problemas económicos o profesionales, el diagnóstico de una enfermedad grave o incluso la llegada de un nuevo bebé a la familia, pueden motivar la aparición de estrés crónico y, por consiguiente, provocar un debilitamiento de nuestro sistema inmunológico haciendo que seamos más vulnerables al virus herpes.

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Mitos y verdades sobre el tratamiento del herpes labial

Aunque no se pueda acabar con el virus herpes, lo que sí se puede hacer es actuar durante los primeros síntomas para frenar su evolución, reducir la inflamación y favorecer el proceso de curación. Marián Garcia, doctora en Farmacia con grado en Nutrición y Dietética y en Óptica y Optometría, indica que para tratar el herpes labial se emplean, principalmente, fármacos que “paralizan” la evolución del herpes.

“Aunque la eficacia de los antivirales tópicos está actualmente en entredicho, estos pueden ser útiles durante las primeras 72 horas de aparición de los síntomas para frenar el herpes simple”, señala. La farmacéutica subraya la importancia de aplicarse el fármaco cinco veces al día para que sea efectivo. Y añade que, en casos en los que se experimente mucho dolor, “se emplean analgésicos y antiinflamatorios como paracetamol o ibuprofeno”. 

Sin embargo, sobre el tratamiento del herpes labial existen peligrosos mitos. Uno de los más extendidos es el que asegura que aplicar gotas de limón, pasta de dientes o colocar una bolsita de té sobre la herida puede ayudar a calmar el picor o el dolor. Marián García rechaza este tipo de remedios. No menos extendido es el mito de que el hielo ayuda a curar el herpes labial más rápidamente. A este respecto, la farmacéutica reconoce que el hielo tiene propiedades antiinflamatorias y anestésicas, por lo que puede proporcionar alivio del dolor temporalmente y reducir el enrojecimiento y la hinchazón. Sin embargo, advierte que “el hielo no hace nada para frenar la reproducción del virus del herpes labial ni lo cura”.  

Ante síntomas como el picor o el dolor, ella recomienda utilizar los clásicos parches de hidrocoloide o los apósitos líquidos, que forman una película sobre las lesiones. “No actúan frente al virus, pero pueden ser efectivos controlando los síntomas como picor o dolor, favoreciendo la cicatrización de la lesión labial y reduciendo la posibilidad de contagio”, indica.

La prevención del contagio por herpes labial

La ampolla del herpes se forma en aproximadamente tres días y suele desaparecer entre siete y diez días después, "aunque en algunos casos los síntomas se pueden llegar a apreciarse durante 3 semanas", reconoce Marián García. La farmacéutica explica que la mejor manera de prevenir el contagio es evitando el contacto directo con otras personas infectadas. “No compartiendo vasos, toallas, etc”, apunta. Sin embargo, existe un porcentaje elevado de personas con herpes simple latente que se reactiva debido al frío o por los rayos ultravioleta. “En estos casos, una medida útil para la prevención sería utilizar un protector labial con protección solar y mantener una buena hidratación labial, ya que ayuda a protegerlos de las posibles agresiones”, puntualiza.