¿Sabías que la contaminación puede llegar a triplicar los casos de eczemas?

Las cifras de estos problemas dermatológicos van en aumento

Por hola.com

Picor, lesiones en la piel, inflamación… Son algunos de los síntomas clásicos de los eczemas, un problema dermatológico cuyas cifras de afectados van en aumento. De hecho, según datos de la AEDV (Academia Española de Dermatología), los padece entre el 10 y el 20% de la población en los países industrializados, y en las últimas décadas estos han aumentado entre 2 y 3 veces. Tanto es así, que esta patología supone entre el 15-25% del motivo de las consultas en dermatología.

Pero, ¿cuál puede ser la causa del aumento de este molesto problema? Según la Dra. Ana Rita Rodrigues, dermatóloga del equipo de Pedro Jaén y miembro de la AEDV, este incremento se ha dado sustancialmente en muchos países industrializados. Este aumento ha sido demasiado rápido como para que se explique por cambios genéticos, por una mejoría a la hora de diagnosticar esta enfermedad cutánea o por el mayor nivel de vida de la población. Por ello, puede sugerir que los factores medioambientales tienen un papel importante en este cambio de las cifras.

¿Por qué aparece?
Diversos factores han demostrado estar asociados con el desarrollo de eczema, como factores genéticos, edad, ya que el 85% de los casos se producen antes de los 5 años, sexo (hay estudios que encontraron mayor susceptibilidad de las niñas), estado nutricional, consumo de tabaco o el estilo de vida en general. Pero también influyen los estímulos ambientales: contaminación ambiental, el humo de tabaco, polvo doméstico, pelo de animales, los sistemas de refrigeración, y aeroalérgenos o alérgenos inhalados, como los ácaros del polvo, los epitelios de animales, pólenes y hongos. Los tipos de eczema que tienen mayor susceptibilidad de ser agravados por la contaminación ambiental son la dermatitis atópica y los eczemas de contacto, precisamente dos de las formas más habituales en nuestro entorno. Como decíamos, hoy día se considera la contaminación ambiental, las emisiones de los vehículos de motor, las emisiones de las centrales eléctricas, la industria, el tabaquismo activo y el estilo de vida occidental como los factores responsables por el aumento de los casos de eczema, pues contribuyen a aumentar la susceptibilidad de los individuos a alérgenos y favorecer la irritabilidad cutánea. 

¿Es lo mismo un eczema que una dermatitis?
Los términos de eczema y dermatitis se suelen utilizar como sinónimos, y hacen referencia a una reacción inflamatoria en la piel que aparece por causas muy diversas y con un patrón clínico también amplio. Generalmente se manifiesta con la aparición de enrojecimiento, edema, picor intenso y, en ocasiones, vesículas y ampollas.
Los eczemas se dividen según factores exógenos -los eczemas de contacto irritativo y alérgico-, y los de carácter endógeno, como son la dermatitis atópica, dermatitis seborreica y el eczema numular.

La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel, con fuerte componente genético y herencia familiar, y está asociada con bastante frecuencia al asma y la rinoconjuntivitis alérgica. El eczema de contacto se produce cuando determinadas sustancias irritantes o alérgenos entran en contacto con la piel, desencadenando una reacción inflamatoria con aparición de enrojecimiento, edema y descamación.

¿Se puede prevenir su aparición?
Tras realizar el diagnóstico, el dermatólogo pauta un tratamiento médico para el eczema. No obstante es fundamental insistir en instaurar medidas preventivas a nivel individual -y también colectivo-, para atajar este problema. ¿Cuáles son esas medidas? Por ejemplo, utilizar productos cosméticos y de uso personal hipoalergénicos y libres de fragancias u otras sustancias irritantes, la menor exposición a sustancias químicas en el ámbito laboral, evitar los sistemas de refrigeración y ambientes secos con baja humedad, y a nivel insititucional, instaurar políticas de salud públicas con vistas a disminuir la contaminación ambiental y los niveles de emisión de gases tóxicos.

La relación entre la rinitis alérgica y el eczema
La rinitis alérgica es uno de los componentes de la llamada técnicamente triada atópica (a la que se suma el eczema atópico y el asma bronquial), aunque no siempre se presentan los tres juntos. Además, estos pacientes suelen presentar más episodios de urticaria.

En caso de que a la rinitis alérgica se sume el eczema hay que tomar ciertas medidas:

• Un tratamiento médico específico.
• Mantener una buena hidratación cutánea utilizando emolientes varias veces al día, evitar ambientes con altas temperaturas y utilizar un humidificador; realizar baños cortos y a temperatura templada.
• Usar ropa de algodón en lugar de lana o prendas sintéticas.
• Emplear productos libres de fragancias y los conservantes menos sensibilizantes.
• Evitar los jabones y utilizar productos limpiadores sin aclarado, así como aguas termales.
• Preferir los cosméticos con pocos activos y que sean hipoalergénicos, y siempre el número mínimo de productos durante los brotes.