'¿Qué tengo que tener en mi botiquín casero?'

Conoce los elementos básicos y las reglas de mantenimiento

Por hola.com

Paracetamol, tiritas, alcohol, esparadrapo... Si te has planteado qué es lo que no puede faltar en tu botiquín, vamos a intentar echarte una mano, para que te sea más sencillo completar este útil aliado donde guardar los medicamentos para atender un síntoma de enfermedad leve o una urgencia médica imprevista. Tener uno bien surtido y previamente planificado nos sacará de muchos apuros, y normalmente esto se va consiguiendo poco a poco.

Esta necesidad se hace más patente si nos encontramos en una casa de campo, si estamos de vacaciones, o realizando algún viaje o excursión de fin de semana. La dificultad para conseguir medicamentos en determinadas fechas o lugares hace que disponer de un botiquín bien abastecido sea indispensable.

Material de primeros auxilios. Dentro del botiquín debemos tener una caja que contenga el siguiente material de curas y primeros auxilios: vendas, gasas estériles, esparadrapo, algodón, termómetro, tijeras, pinzas, toallitas limpiadoras y guantes desechables.

Composición según dolencias
En principio debe estar compuesto por medicamentos básicos de uso común y por material para primeros auxilios, pero también es muy importante tener en cuenta si algún miembro de la familia toma medicación habitualmente para tratar enfermedades, o patologías de curso crónico (hipertensión, diabetes, alergias, asma, etc.), ya que aquello que necesiten debe estar siempre en el botiquín, a ser posible acompañado de la receta de su prescripción, por si se terminasen y fuese necesario renovarlos. Los medicamentos que deben estar presentes en un botiquín, ya que con total seguridad vamos a utilizar son según las molestias y síntomas:

  • Fiebre y dolor: paracetamol, ibuprofeno y aspirina (ácido acetilsalicílico). El paracetamol alivia el dolor y baja la temperatura. Por su parte, el ibuprofeno es antiinflamatorio.
  • Molestias gástricas: antiácidos, omeprazol, ranitidina. Los antiácidos (el popular bicarbonato) controlan la acidez gástrica. Tanto el omeprazol como la ranitidina deben ser recetados por el médico.
  • Diarreas: lo mejor para tratar esta dolencia es la dieta. Los recolonizadores intestinales (lactobacilos) suelen ser útiles. Los antidiarreicos deben ser recetados por el médico.
  • Tos y flemas: los expectorantes y fluidificantes mejoran los síntomas respiratorios. Los antitusivos deben ser recetados por el médico.
  • Dolor articular o reumático: los antiinflamatorios tienen el riesgo de afectar al estómago. Los no esteroideos tienen mejor tolerancia.
  • Reacciones alérgicas: los antihistamínicos deben formar parte del botiquín. Recuerda que provocan sueño y no debes conducir bajo su acción.
  • Picaduras de insectos: el amoniaco aplicado localmente es eficaz, ya que neutraliza los ácidos del veneno de los insectos.
  • Quemaduras: las pomadas antisépticas y cicatrizantes son indispensables.
  • Para curar heridas: tanto el alcohol, como los desinfectantes, las vendas o las tiritas son elementos indispensables.

    Recuerda que...
    · No se deben tomar medicamentos caducados, y si lo haces por equivocación, consulta a tu médico. Todos tienen fecha de caducidad en el envase.
    · La cantidad y el ritmo de aplicación deben ser indicados por el médico. No caigas en el error de la automedicación.
    · A veces, es útil anotar la dosis en el envase, cuando el médico lo recetó, o recurrir a éste si no te acuerdas.
    · Para evitar su deterioro, deben ser mantenidos en el envase original.
    · No cambies nunca los medicamentos de envase, y si tienes que hacerlo, déjalo claramente indicado en su caja; de este modo evitarás confusiones.