Pros y contras del aire acondicionado para la salud

Consejos y recomendaciones del doctor Eduardo Junco Aguado

Por hola.com

Muchas personas no se plantean un verano en un lugar caluroso sin aire acondicionado. Consiste esencialmente en el tratamiento del aire para espacios cerrados, locales habitados y vehículos, regulando las condiciones de temperatura, humedad y limpieza del aire, así como la circulación y la renovación de éste.

La expansión y difusión de este medio para mejorar el confort ambiental ha sido gigantesca. En los países muy cálidos, sobre todo, ha transformado la vida laboral y de relación y ha mejorado de forma notable la calidad y el nivel de vida de sus habitantes.

Sin embargo, su abuso con temperaturas extremadamente bajas o los defectos de mantenimiento de las instalaciones han dado lugar a problemas de salud que causan trastornos frecuentes en determinadas personas o enfermedades de gran importancia como la famosa epidemia por legionela.

A favor. En los países con climas cálidos y húmedos, el acondicionamiento del aire ha sido una solución que ha cambiado el ritmo, la actividad, el trabajo y la calidad de vida de sus habitantes.

  • La influencia del calor extremo sobre el intelecto y la actividad física son evidentes y su mejora se debe en gran parte al uso del aire acondicionado.
  • Mejora del confort en el trabajo y en el ocio.
  • Aumento del rendimiento laboral.
  • Incremento de la actividad física e intelectual.
  • Disminuye la presencia de insectos y parásitos.
  • Controla la sudoración y mantiene la hidratación interna.
  • Si la instalación es de calidad y está perfectamente revisada, renueva y mejora la circulación del aire que respiramos.

    En contra. Las molestias, alteraciones y perjuicios para la salud que ha originado el uso del aire acondicionado son múltiples y variadas. Y se pueden producir desde leves síntomas a importantes enfermedades. La calidad de las instalaciones ya sean individuales o centralizadas, su revisión periódica y su mantenimiento, así como el uso razonable y las temperaturas de funcionamiento, son factores de gran importancia para evitar estos perjuicios.
  • Cambios bruscos de temperatura y humedad con el consiguiente riesgo de alteración de las mucosas respiratorias.
  • Sequedad de piel y mucosas.
  • Ruido ambiental.
  • Alergias respiratorias a polvo y hongos.
  • Rinitis crónica y faringitis.
  • Irritación faringea y afonía.
  • Conjuntivitis y mala tolerancia a las lentillas.
  • Transmisión por la vía aérea de enfermedades infecciosas del aparato respiratorio.

    No olvide...
  • Hay que ventilar periódicamente los espacios con aire acondicionado.
  • Cumplir de forma rigurosa las normativas de instalación y mantenimiento de los aparatos y de las instalaciones centralizadas.
  • Mantener la temperatura ambiente entre los 21º y 25º C. Y tratar de tener una humedad atmosférica media que esté entre el 60% y 70%.