Las Cortes Reales de Europa comienzan a oler a mar, a campo y a montaña. Y es que, como en todos los hogares europeos, también empiezan a soplar aires de estío en palacio. Hay quien disfruta ya del merecido descanso; hay quien prepara las maletas para poner rumbo en breve a lugares paradisíacos, y hay también quien cuenta los días para las soñadas vacaciones.¿Dónde? Esa es la cuestión. Los miembros de la realeza son fieles a la tradición y disfrutan del verano oficial puntualmente en sus residencias estivales. El Palacio de Marivent en Palma de Mallorca acoge cada temporada a la Familia Real española y a algunos miembros de la Familia del Rey. La reina Sofía, que es de las primeras en aterrizar en la isla (con su hermana, la princesa Irene), suele recibir la visita de la infanta Elena con sus hijos, Felipe y Victoria Federica de Marichalar, y de los hijos de la infanta Cristina, Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene Urdangarín, que también hacen parada por allí. Pero el verano brilla realmente en todo su esplendor con la llegada de los reyes Felipe y Letizia, la Princesa de Asturias y la infanta Sofía.

Vuelven las oscuras golondrinas, vuelven las vacaciones oficiales de la realeza y vuelve también el misterio: ¿hacia dónde partirán los Reyes y sus hijas cuando termine su estancia en el Palacio de Marivent, la residencia estival de tradición? Al veraneo público de los Reyes en Palma seguirá posiblemente otro privado en algún lugar recóndito del mundo (y desconocido por motivos de seguridad e intimidad). Esta escapada "secreta" de los Reyes podría tener como escenario algún barco en el que navegarían por un destino paradisiaco, como hicieran en 2013 cuando estuvieron en las islas griegas. El anterior, 2012, se relajaron también al borde del mar en Posta Vecchia, una fabulosa mansión que perteneció a J. Paul Getty, en la que estuvieron con sus hijas. Roma, El Algarve (en 2010), Londres… han sido otros de los lugares a los que han viajado e incluso, cuando aún estaban prometidos, visitaron Nassau. Sin pistas por el momento del enigma de 2016.

Guillermo y Máxima de Holanda tienen las maletas casi preparadas, y puede que sólo esperen al visto bueno del médico para partir. Y es que, tras una accidentada semana, los Reyes y sus pequeñas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane, ya han obsequiado a la prensa holandesa con la tradicional sesión fotográfica oficial que da arranque al verano y que todos los años ofrecen a condición de no ser molestados durante el resto de sus vacaciones. El lugar elegido este año ha sido el jardín trasero de su residencia, la finca De Horsten, en la localidad de Wassenaar, y pese a que las circunstancias no parecían acompañar al evento -la reina Máxima se recupera de una conmoción cerebral y la princesa Amalia de un esguince de tobillo que le ha hecho aparecer con muleta y con el pie derecho vendado-, pusieron su mejor sonrisa. Marca de la casa.

Guillermo y Máxima de Holanda logran lo imposible: mantener en secreto las coordenadas de su destino estival. Desde que en 2005 entrara en vigor el código que protege la vida privada de los Orange, la prensa no informa de las actividades no oficiales de la Familia Real holandesa, y eso incluye sus vacaciones. Con todo se sabe que sus veranos suelen discurrir en Grecia, concretamente en la localidad de Kranidi, donde se encuentra su espectacular casa estival, y alguna escapada esporádica a Argentina y a la Toscana, donde la princesa Beatriz posee una casa desde hace años, concretamente en la localidad de Tavarnelle Val di Pesa, de donde es ciudadana de honor desde 1988. Una práctica habitual de los Reyes holandeses es aprovechar las visitas de Estado para hacer turismo, unos días antes o después del comienzo del programa oficial. También es conocido que los soberanos a veces han aprovechado la visita de la reina Máxima a Nueva York en su calidad de asesora del Secretario General de la ONU para disfrutar de forma más o menos anónima de la ciudad de los rascacielos. Su agenda de viajes de ocio estuvo mucho más comprometida en sus primeros años de relación. En 2001, poco después de contraer matrimonio, la prensa holandesa descubrió a los entonces Príncipes disfrutando de unas románticas vacaciones en Italia sin apenas presencia de escoltas. Por aquellos tiempos, en los que aún no había veda informativa, la Costa del Sol también tuvo el privilegio de contar a la pareja entre sus más ilustres turistas. Ahora el rumor de una probable visita es persistente verano tras verano. Pero es que soñar es gratis.

Federico y Mary de Dinamarca son los primeros en cerrar la agenda oficial (cierto es también que son los primeros en abrirla en agosto) para disfrutar de las merecidas vacaciones en familia en la costa este de Jutlandia, cerca de la frontera alemana. Los Príncipes herederos y sus cuatro hijos, los príncipes Christian, Isabella y los mellizos Vincent y Josephine, se encuentran ya mismo en el castillo de Gråsten disfrutando como es tradición de la primera parte del verano. Y no falta deporte en estos días de descanso. Paseos a caballo en pareja y en bicicleta de toda la familia al completo, incluido su perro Ziggy, un Border Collie. Se reunirán en unos pocos días con el resto de la Familia Real danesa en su residencia estival en Aarhus para compartir juntos el final del verano. Y, entre los primeros rayos del estío y los últimos en el ocaso vacacional durante el tradicional posado familiar, no se descartan escapadas secretas como la que Mary de Dinamarca hizo el año pasado a Mallorca. ¿Repetirá?

Las primeras vacaciones en familia de Carlos Felipe y Sofia de Suecia están siendo de foto: los primeros juegos, las primeras sonrisas, el primer bronceado, los primeros baños... del príncipe Alexander acaparan seguro los objetivos de sus padres. Con el sol, el buen ambiente, la tranquilidad y el anonimato como puntos cardinales, la pareja ha puesto rumbo a Barcelona en su primera escapada de la temporada. Una semana de relax en la ciudad condal y alojados, según publicaba la prensa sueca, en el exclusivo hotel W, diseñado por Ricardo Bofill y ubicado en primera línea de playa, junto al célebre paseo marítimo de la Barceloneta. Una maravillosa estancia en la que, como una pareja más de turistas, han aprovechado para pasear con su pequeño. No es la primera vez que los príncipes Carlos Felipe y Sofia veranean en España. La pareja ha viajado durante dos años consecutivos a Ibiza para disfrutar con amigos de unos días de sol y baños en el mar, de excursiones en lancha a las mejores playas y de salidas por la noche a los restaurantes y a las discotecas de moda. Pero la llegada del príncipe Alexander a sus vidas ha impuesto el relevo de la marcha de la isla pitiusa por la tranquilidad de Barcelona.

Barcelona ha sido la primera toma de contacto, porque las vacaciones de Carlos Felipe y Sofia de Suecia continúan. Los Bernadotte vuelven a St.Tropez como la Casera cada verano y este año tan especial como padres no se iban a perder el tradicional plan vacacional. Allí han coincidido con los reyes Carlos Gustavo y Silvia y con Magdalena de Suecia y su familia -su marido, Chris O'Neill, y sus dos hijos, los príncipes Leonore y Nicolas-, antes de que el 39º cumpleaños de Victoria de Suecia (14 de julio) fuerce el regreso a Öland –donde ya se encuentra la Heredera y su familia- y un nuevo giro de timón.

Victoria y Daniel de Suecia comienzan el verano en Ölan. Allí se reúne la Familia Real sueca al completo para celebrar puntualmente cada 14 de julio el cumpleaños de la Heredera. Este año los Príncipes ya disfrutan en familia, con su pequeña, la princesa Estelle, y por vez primera con su pequeño, el príncipe Oscar, del ocio que ofrece la isla sueca a la espera de los demás Bernadotte en la fecha clave

Las vacaciones no serían lo mismo sin St.Tropez, que es el destino por excelencia de la Familia Real sueca. Desde niña pasa puntualmente unos días de descanso estival en la villa de Saint Maxime, la casa que el soberano sueco heredara de su tío Bertie, y ahora que ya es una mujer casada y madre de familia continúa, igual que sus hermanos, con la tradición: su marido, el príncipe Daniel, y ella se reservan estas fechas para disfrutar con sus ahora dos niños, los príncipes Estelle y Oscar, del maravilloso paisaje de la Riviera francesa, de la gastronomía del lugar, de las compras y de los buenos ratos con amigos, que verano tras verano la han hecho tan feliz

Los Reyes de los belgas suelen realizar viajes familiares privados, que en la mayoría de las ocasiones no trascienden a la prensa. En 2014 se supo que la Familia Real había pasado sus vacaciones de invierno en Indonesia, algo que fue el origen de una polémica en el país, después de que confirmaran que habían hecho uso de un avión del Ministerio de Defensa, para este viaje de ocio. Sin embargo, la mayoría de los viajes privados de los soberanos se producen en los países limítrofes. Así, el año pasado, los Reyes y sus hijos disfrutaron de unas vacaciones en el sur de Holanda y esta misma primavera, en esta ocasión sin sus retoños, hicieron una escapada a Den Bosch, donde admiraron una exposición de El Bosco y cenaron en un lujoso restaurante. Normalmente las vacaciones de la Familia Real transcurren entre la Costa Azul, donde los antiguos reyes Alberto y Paola, poseen una casa, un castillo en el Loira, en Suiza y en su casa de Île d'Yeu.

No hay pérdida: la Familia Gran Ducal de Luxemburgo pasa tradicionalmente el verano en el sur de Francia, en su casa Cabasson, entre Toulon y Saint-Tropez. La temporada estival es precisamente el momento en el que todos pueden reunirse y disfrutar de unos días juntos, al margen de sus ajetreadas vidas, y en la que los retratos de familia crecen y crecen (y siguen creciendo: Felix y Claire de Luxemburgo volverán a ser padres) hasta dimensiones inimaginables.

Las vacaciones estivales propiamente dichas suelen ser en agosto. El destino es más incierto. Lo más probable es que Harald y Sonia de Noruega pasen parte de su asueto en su residencia de verano en Mågerø, en una isla de Tjome (que significa fin del mundo conocido) sobre la ladera de un terreno en declive que une el mar y la tierra, y tal vez allí se les unan sus hijos, el príncipe Haakon y la princesa Marta Luisa, con sus respectivas familias. Luego podrían desplazarse a otro paradisíaco rincón de la geografía noruega e incluso a Mallorca como otros años