La empresaria y filántropa Gunilla von Platen cuenta la anécdota real después de una cena a las afueras de Estocolmo que se prolongó hasta tarde.

La pareja real se ofreció a llevar a Gunilla de vuelta a casa, pero el trayecto, apacible, tranquilo, seguro en compañía de los príncipes, no fue tan predecible como se esperaba.

“El príncipe Carlos Felipe se puso al volante. De repente, un coche de policía emergió por detrás con las sirenas encendidas y nos indicó que nos detuviéramos”, cuenta el libro biográfico.

“Cuando el príncipe Carlos Felipe acercó el coche al arcén y preguntó a los policías uniformados en qué podía ayudar, se echaron a reír: ‘Bueno, eras tú. Recibimos aviso de la presencia real en las carreteras y pensamos que era Zlatan (por el futbolista sueco internacional Zlatan Ibrahimović)”. 

El dragón en la habitación cuenta la historia de una niña refugiada que crece en un suburbio con ocho hermanos; se enfrenta al abuso y hasta al asesinato y, contra todo pronóstico, logró hacerse sitio en un bastión masculino.

“La princesa Sofia y yo nos sentamos en el asiento de atrás del coche y estuvimos hablando sobre lo bien que lo habíamos pasado en la velada de aquella noche: de la gente, de los encuentros, de la comida... ”, recuerda Gunilla.