Realeza obliga. Y estos días la responsabilidad como Heredera al trono lleva a Victoria de Suecia a miles de kilómetros de su pequeña, la princesa Estelle, que ha dejado al cuidado del príncipe Daniel en el palacio de Haga, para emprender una gira oficial. La Princesa se encuentra de viaje en Ghana y Tanzania, donde permanecerá hasta el viernes por la noche en una visita de carácter económico y de cooperación, en la que está acompañada por la ministra de Comercio, Ewa Björling.
La princesa Victoria, que ha hecho el equipaje con esmero incluyendo conjuntos veraniegos de estilo étnico, llegó el lunes por la tarde a Accra, capital de Ghana, con varias horas de retraso por culpa de la nieve en Suecia. Y se encontró con una recepción inesperada: un grupo de músicos y bailarines locales que le dieron la bienvenida de una forma festiva, lo que provocó la sonrisa de la Princesa sueca.
Ese mismo día, en el barrio de Nima, la princesa Victoria pudo recorrer una de las zonas más pobres de la capital y visitó un proyecto de cooperación por el que se pretende enseñar a los niños de la zona a manejar ordenadores, a aprender a leer y a contar y a prepararse para el futuro: “Es fantástico ver la diferencia que estas personas pueden hacer por los niños. Verlo por una misma te da ánimos”, dijo la Princesa.
La Heredera sueca charló durante una hora con varios de los niños, entre ellos, Hassan Issaka, de 11 años, quien preguntado sobre sus planes de futuro por ella contestó: “Quiero ser político, un ministro que cambie las cosas”. “Bien, así se hace”, le dijo la princesa Victoria. “Doy las gracias porque me dejaron venir de visita”, declaró la Princesa rodeada por grupos de niños de Nima al finalizar su estancia.
La agenda del martes comenzó en la sede del canal de televisión sueco Viasat en Ghana y continuó en el Centro Kofi Annan para la Paz, en cuyo exterior plantó un árbol en recuerdo de su visita. Uno de los responsables del centro le prometió que cuidarían del árbol y lo regarían cada día y cada noche. “¡Gracias! Pero tampoco lo reguéis demasiado”, respondió bromista la Princesa.
La ministra sueca recibió un premio en reconocimiento a la labor de Suecia en la formación de fuerzas de paz, mientras que a la princesa Victoria le entregaron un chal azul bordado a mano. Tras la visita, se trasladaron a la residencia del presidente de Ghana, John Dramani Mahama, con quien disfrutaron de un almuerzo durante un viaje en barco por el lago Akosombo.
La jornada se cerró con una recepción para empresas suecas y autoridades ghanesas. La delegación encabezada por la princesa Victoria tenía previsto continuar viaje hoy hacia Tanzania. Pese a la persistente lluvia, la princesa Victoria volvió a hacer gala de la mejor de sus sonrisas en una breve ceremonia de recibimiento en el aeropuerto, previa a una reunión bilateral que ella y la ministra de Comercio sueca, Ewa Björling, mantuvieron con el Ministro de Exteriores tanzano, Bernard Membe. De ahí se trasladaron a la residencia del Presidente, Jakaya Kikwere, con quien hablaron del desarrollo económico de Tanzania y de las relaciones futuras con Suecia. "Has venido con la lluvia, y en Tanzania la lluvia significa buena suerte", le dijo Kikwere a la Princesa antes de comenzar su reunión.
La agenda de ayer comenzó con varias reuniones de trabajo en la capital, de donde la princesa Victoria se trasladó a la localidad de Kigamboni, donde un proyecto de cooperación sueco colaboró en conseguir agua corriente y sistemas sanitarios para la población. "Que diez mil niños mueran cada día en Tanzania de enfermedades relacionadas con la diarrea son cifras horribles. Es casi imposible de digerir", afirmó la Heredera sueca, que a la vez se mostró esperanzada al ver los incipientes progresos. Luego, visitó una escuela en una zona marginal, donde fue recibida por un grupo de niños que cantaron en su honor un tema en el que la consideraban como una "hermana". Otra cena de representación cerró la jornada para la Princesa, que el sábado regresará a Suecia.
