¡Al agua! Un día después de la gran boda de Mónaco, la princesa Charlene disfruta del mar

Por hola.com

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Tan sólo un día después de la boda de Andrea Casiraghi con Tatiana Santo Domingo, que ha tenido lugar el sábado 31 de agosto, la princesa Charlene puso rumbo a Capbreton, en Francia, para practicar una de sus grandes pasiones: la natación. La esposa del príncipe Alberto de Mónaco ha viajado hasta su país vecino con su fundación, H.S.H. Princesa charlene de Mónaco, cuyo objetivo es enseñar a los niños a que se sientan seguros en el agua, y reducir así los incidentes de ahogamiento.  

 

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Ataviada con un traje de neopreno, la Princesa se lo pasó en grande nadando con los más pequeños y enseñándoles qué tienen que hacer en el agua y como disfrutar del mar de manera responsable. Estuvo muy sonriente y divertida, una faceta de Charlene Wittstock que está mostrando en sus últimas apariciones, y es que parece que ya se encuentra mucho más cómoda en su faceta de princesa. "Mi fundación continúa apoyando proyectos que destacan la importancia y la conciencia sobre la seguridad acuática. Demasiados niños se ahogan cada año debido a que no saben nadar. Esto puede ser evitado fácilmente si tuvieran la oportunidad de aprender. Sería salvar sus vidas, así como darles la confianza que necesitan en el agua", defiende.

Y es que, aunque el día anterior la Familia Real monegasca estuviera celebrando la boda de Andrea y Tatiana, la princesa Charlene no falta a los compromisos de su agenda y no faltó a su cita con el mar y con 150 niños, de entre 5 y 11 años. Puede que su época de nadadora no ha sido lo único que ha recordado este fin de semana, ya que durante el enlace del mayor de los hijos de Carolina de Mónaco seguro que le vino a la mente que hace dos años, quien iba vestida de blanco y daba el “sí quiero” fue ella. Un día inolvidable en el que cambió su vida.