Tatiana Santo Domingo se caracteriza por ser una mujer con un estilo propio y bien definido, dos cualidades que ha mantenido intactas el día de su boda. La ya esposa de Andrea Casiraghi ha acudido a la ceremonia civil con un atuendo nada convencional si hablamos de una novia, en el que se adivinan todos sus gustos, en lo que a moda se refiere. El estilo del traje, que, pese a ser un enlace civil, es largo, sugiere que se trata de un modelo de la firma Missoni, una de sus marcas preferidas y que ya escogió en la cena previa a su boda. Es un modelo de escote en uve, con manga hasta el codo y compuesto por dos piezas, una parte superior, de punto más grueso, y falda, de punto más fino.
Como calzado lleva unas sandalias planas en tono plateado, sencillas y veraniegas, como las que habitualmente elige. Pese a su condición, proviene de una familia de renombre y gran poder adquisitivo, Tatiana es una mujer sencilla que ha preferido no pintar sus uñas y luce un maquillaje bastante natural. Para su peinado ha respetado las ondas naturales de su pelo, pero más trabajadas, adornándolas con una corona de flores (también llevó corona de flores durante la fiesta en el barco) muy fina, en la que se mezclaban el blanco, azul y verde. Una corona digna de una “princesa boho-chic”. Apenas luce joyas, sí se le ve una fina pulsera en la muñeca izquierda y un anillo con una gran piedra en la derecha que quizá sea el de compromiso.
El tono azul de su particular “tiara” casa a la perfección con el impecable azul del traje de su marido. Andrea ha optado por ir más clásico, con un elegante traje al que no le faltaba ni el detalle del pañuelo en el bolsillo de la chaqueta. Acompañándoles en su día, no podía faltar su mascota que también aparece en las fotos, un Boston Terrier que se llama Daphne. Una muestra más de que este momento ha sido justo como lo habían soñado.
