Charlene de Mónaco: 'Mi boda supuso un gran cambio. Ahora me he asentado y creo que los niños vendrán'

La Princesa ha concedido una entrevista al diario Sunday World, durante su visita a su tierra natal, Sudáfrica

Por hola.com

Charlene de Mónaco regresó la semana pasada a su tierra natal, Sudáfrica, para ver de primera mano el trabajo que hace allí la fundación benéfica que lleva su nombre, y también para asistir a la boda de su mejor amiga como dama de honor. La esposa de Alberto de Mónaco fue a ver la piscina municipal Lahee Park, en Durban, que el fue el lugar en el que ella entrenaba cuando era nadadora profesional y que ahora se ha convertido en la base de entrenamientos del campeón olímpico Chad le Clos. Y es que su fundación está financiando la remodelación de esta piscina porque defienden la seguridad en el agua. Era un poco difícil entrenar aquí porque no tienen calefacción y hacía mucho frío. Además, muchas veces la piscina estaba verde. Fue bastante duro", cuenta.

 

 

Pero atrás ha quedado su vida como nadadora y desde 2011, cuando le dio el “sí, quiero” a Alberto de Mónaco, a quien describe como “el amor de su vida”, comenzó su nueva vida como princesa, algo de lo que ha hablado en una entrevista concedida al diario Sunday World, donde ha confesado que ahora que ya se ha adaptado a su nuevo papel princesa, quiere ser madre: “Creo que necesitaba un poco de tiempo para instalarme y adaptarme. No me presiono con ser madre. Sucederá. Si sucede, sucede”. Y añadió: “Yo quería que mi fundación se pusiera en marcha. Quería tener los próximos meses resueltos y ahora, realmente me puedo tomar un descanso. Tuvimos una gran boda. Fue un gran cambio. Ahora ya me he asentado y creo que niños vendrán".

 

Y hasta que los hijos no lleguen sigue volcada en su fundación y en la campaña Aprende a nadar: “Comencé mi fundación porque hay muchos ahogamientos y no se habla sobre ello. Es la segunda causa de muerte en el mundo”, explica Charlene en esta publicación sudafricana. Por este motivo ha trabajado mucho y uno de los rostros de esta campaña es una niña de 11 años, Khwezi Duma, que es una de las ocho nadadoras a las que están preparando para participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en 2016.



 

"No cambiaría nada de lo que he vivido, porque sinceramente no creo que sería la persona que soy hoy si no hubiera pasado por eso”, contaba la Princesa sobre su faceta deportiva y recordó cuál fue el momento que recuerda con más cariño: "El punto culminante de mi carrera fueron los Juegos Olímpicos. Cuando entré en el estadio, sabiendo que había logrado un sueño que había tenido desde que tenía ocho años". Por esos motivos ha decidido hacer lo que esté en su mano para ayudar: "Es muy bueno volver a casa y ayudar a la gente que conozco y que trabaja muy duro para entrenar a los niños. Estas son las personas que quiero apoyar."