Charlene de Mónaco, una princesa de blanco en El Vaticano

Los soberanos monegascos han recibido la bendición de Benedicto XVI

Por hola.com

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Poco a poco, los miembros de la realeza europea están retomando su agenda oficial después de la Navidad. Así, los príncipes Alberto y Charlene de Mónaco se han desplazado hasta El Vaticano donde han sido recibidos en audiencia por el papa. Benedicto XVI recibió a la entrada de su biblioteca privada a la pareja, con la que conversó en francés, en un encuentro que duró unos quince minutos y en el que el pontífice reconoció, entre otros asuntos, las aptitudes deportivas de Charlene, exnadadora sudafricana.

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De acuerdo con los preceptos del protocolo vaticano para las soberanas católicas, la princesa lucía un traje largo blanco con velo, y un sobretodo de encaje, mientras que su esposo, el príncipe Alberto, vestía un traje de chaqueta azul. Alberto y Charlene ofrecieron a Benedicto XVI como regalo un libro y un cuadro dedicados a un antepasado de la familia de soberanos del Principado, el cardenal Jérôme Grimaldi, quien vivió entre el siglo XVI y XVII y al que el papa ha dado muestras de conocer.

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Por su parte, el pontífice les agasajó con una sanguina sobre un proyecto que nunca se llegó a realizar en la Basílica de San Pedro del Vaticano, que Alberto de Mónaco calificó como "maravilloso", y en la despedida los príncipes y Benedicto XVI volvieron a desearse lo mejor para este año que acaba de empezar.

El soberano monegasco ya había sido recibido en audiencia por el jefe de la Iglesia Católica con anterioridad: en 1997 fue Juan Pablo II y en 2005 y 2009 el mismo Benedicto XVI, mientras que la primera visita de unos príncipes de Mónaco a un papa en la época moderna data de 1957, cuando lo hicieron sus padres, Raniero y Gracia de Mónaco.