Puede que sólo sean las ganas, pero hay quien cree que la cigüeña de París recorre otra vez las Cortes Reales. Así que, después de su visita a los Duques de Cambridge y a Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, se espera que les llegue el turno más pronto que tarde a Alberto y Charlene de Mónaco, que cumplen el año y medio de casados y según parece están más que preprarados para aumentar la familia. La pareja real se mostró feliz y encantada, rodeada de infinidad de pequeños en la tradicional inauguración de la Navidad en el palacio Grimaldi, pocos días después de que la princesa Carolina y su hijo Andrea inauguraran el precioso mercadillo navideño del Puerto de Hércules.
Tanto el príncipe Alberto como la princesa Charlene parecían felices simplemente haciendo felices a los niños. Con pintalabios y laca de uñas a tono con la roja Navidad, la Princesa estaba encantada de hacer entrega de los regalos a todos los críos que habían tenido el privilegio de vivir esta celebración navideña en palacio, antes de posar para una foto de recuerdo con Alberto y Charlene de Mónaco. Y, como dar es recibir, tampoco los Príncipes se fueron con las manos vacías, ya que los chavales les dedicaron preciosos diseños hechos especialmente para ellos. Sólo un pero: la Princesa lució para la ocasión por segundo año consecutivo un abrigo de color beige, en lugar de uno rojo que la habría convertido en una verdadera Mamá Noël, y además muy holgado, tal vez para jugar al despiste con quienes buscan la confirmación de un embarazo en sus atuendos.
