Tras su boda religiosa, el 19 de mayo de 2018, Harry y Meghan protagonizaron varios momentos que bien podrían haber sido parte de un largometraje. Uno de los más espectaculares tuvo lugar cuando se dirigían a la fiesta en Frogmore House desde el Castillo de Windsor. Recorrieron este trayecto en un Jaguar clásico descapotable, unas imágenes al más puro estilo James Bond.