'Teníamos solo tres minutos disponibles para la última foto, así que le pregunté a Catherine si podíamos hacer la toma de la que habíamos hablado anteriormente. Se volvió hacia William y dijo '¿qué piensas?'. Y él dijo 'vamos con ello'. Así que en tres minutos se sentaron en los escalones, Sarah Burton -la responsable del vestido de novia- colocó la cola, el príncipe se inclinó y los niños hicieron lo que sentían que era lo correcto en aquel momento. Fue una imagen muy espontánea'