Solo hace un mes de la drástica decisión tomada por los duques de Sussex de independizarse económica y físicamente de la Familia Real británica y emprender una nueva vida en Canadá alejados de las responsabilidades institucionales que implica su pertenencia a la Corona. Pero Harry y Meghan no han perdido el tiempo. Desde antes incluso de mudarse a Vancouver ya se pusieron en marcha para asegurarse su futuro y el del hijo que tienen en común, el pequeño Archie Harrison.
Recientemente se supo que la duquesa de Sussex había comenzado la búsqueda de un agente o representante que le ayudara en su regreso a Hollywood. Pero los movimientos de la pareja no cesan ahí. La semana pasada el matrimonio protagonizó un viaje a Miami, donde tuvo lugar su primera aparición pública desde el conocido como 'Megxit'. En el 1 Hotel de South Beach -al que llegaron en jet privado-, el hijo de Carlos de Inglaterra pronunció un discurso en el marco de un evento anual organizado por el gigante financiero JP Morgan.
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Lo cierto es que la relación de Harry con la banca va más allá. Según han desvelado varios medios británicos como Daily Mail y The Mirror, el duque de Sussex ha mantenido conversaciones con otro importante grupo bancario estadounidense a fin de negociar su futuro y llegar a un importante y cuantioso contrato laboral. Los contactos con Goldman Sachs, la corporación en cuestión, se iniciaron el pasado mes de noviembre, justo cuando la pareja se encontraba en sus seis semanas de descanso mediático, que transcurrieron entre Los Ángeles, en California, y Vancouver.
Fue en aquel momento cuando se produjo una primera toma de contacto en la que se habría puesto sobre la mesa la labor que otros importantes rostros conocidos como David Beckham o Gwyneth Paltrow han llevado a cabo para la firma en forma de participación en diferentes eventos como embajadores, justo lo que podría hacer el propio Harry. Según expertos agentes y relaciones públicas consultados por Daily Mail, el hecho de conversar con los grandes bancos puede traer consigo una enorme riqueza a la pareja durante su estancia al otro lado del charco. "Ganarán una fortuna, ya sea a través de discursos o de su trabajo como embajadores. Se trata de apretones de manos de mil millones de libras".
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Aunque el Palacio de Buckingham no ha querido, por el momento, pronunciarse acerca de esta última información que haría referencia al futuro laboral del nieto de Isabel II, una parte del equipo que trabajó con Harry y Meghan en Kensington ha querido dejar claro que no es tal y como se cuenta, pues lo que se discutió con Goldman Sachs tendría como objetivo no el contrato laboral en sí mismo, sino el conjunto de patrocinios caritativos del duque de Sussex.
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