A la tercera (jornada) va la vencida: la Duquesa de Cambridge de rojo y gala en Canadá

Por hola.com

Ayer fue decisivo para constatar que la distinción de siempre de la Duquesa de Cambridge está siendo sofisticada como nunca en Canadá. Un cambio de ropa tras otro dejaban patente en sus compromisos de día una elegancia más allá de la corrección real (tal vez obra de su estilista, Natasha Asher, que anima a la esposa del príncipe Guillermo a experimentar con sus atuendos, garantizando al mismo tiempo su icónico estilo), pero no llegaba la prueba definitiva del incipiente nuevo glamour en una cita de noche. Como dicen, a la tercera (jornada) va la vencida: finalmente la Duquesa ha vestido de rojo y gala en una recepción en su honor en la Casa de Gobierno en Victoria.

VER GALERÍA

-Nada de 'selfies', nada de 'Kate'...: las reglas de oro para tratar a los Duques de Cambridge

-George y Charlotte de Cambridge 'eclipsan' hasta a sus padres a su llegada a Canadá

-Quién es quién en la comitiva de los Duques de Cambridge para su gira por Canadá

-Descubrimos a Sophie Trudeau, la carismática Primera Dama de Canadá

-Justin y Sophie Trudeau, la fascinante historia de la familia conocida como los Kennedy de Canadá


Todos los ojos se clavaron sin remedio en la Duquesa de Cambridge cuando hizo acto de aparición junto a su marido en el salón de baile con un vestido con escote asimétrico y falda midi de Preen, y ya no se desviaron de Su Alteza ni un solo instante en lo que restaría de velada. Mientras la pareja real se mezclaba con los 200 invitados, la Duquesa acaparó miradas llenas de admiración y arrancó elogios por lo bajini con su imponente puesta en escena, en la que conjuntó el precioso traje de casi 1.200 euros con complementos -clutch de Miu Miu y stilettos- a tono. Llevaba el pelo recogido en un moño bajo para dar todo el protagonismo al vestido y al broche de diamantes de la reina Isabel con forma de hoja de arce, símbolo de la bandera de Canadá, que metafóricamente ponía broche también al intenso día.

VER GALERÍA

El mejor final para el buen comienzo de una tercera jornada que había sido calificada como una de las más bellas de su tour en Canadá. Y es que el programa de ayer llevó a los Duques a la selva del Gran Oso en Bella Bella, donde asistieron a la tradicional ceremonia de bienvenida con la que les obsequiaron los líderes de la comunidad de Heiltsuk de las Primeras Naciones de Canadá, denominación moderna de los pueblos indígenas y sus descendientes. No se unieron tampoco en esta ocasión los príncipes George y Charlotte, los otros protagonistas de la gira, que se quedaron al cuidado de su niñera española, María Teresa Turrion Borrallo.

Las díscolas nubes hicieron de sus fechorías e impidieron el recorrido aéreo por la selva que estaba previsto y que, llegado el momento, tuvo que ser cancelado por las lluvias. El príncipe Guillermo y la duquesa Catherine no dejaron que calaran en sus ánimos. Cogieron el paraguas por el mango y pusieron buena cara al mal tiempo. Eran todo sonrisas en su visita a la selva del Gran Oso, donde fueron recibidos entre vítores por los líderes de las Primeras Naciones y las multitudes de la comunidad local.

VER GALERÍA

La Duquesa demostró dominio en la escala del buen vestir, que lo mismo sube (en citas arregladas como la de anoche en la Casa de Gobierno de Victoria) que baja (en las más casual como en la excursión previa). Ayer la duquesa Catherine descendió a los básicos majestuosamente mientras daba un paso hacia la lluvia con una chaqueta tipo saharian swa de Holland and Holland, unos vaqueros negros de Zara, una de sus firmas low-cost favoritas, y un jersey y una camisa de cuadros de Topshop. Las botas de estudiante de Kate siguen dejando huella en los viajes oficiales de la Duquesa de Cambridge, que volvió a calzarse unas muy similares a aquellas de sus tiempos en St. Andrews y que ya se puso en su viaje a Bután. Como guiño al diseño canadiense, se decantó por unos pendientes de Pippa Small. Los lució en todo su esplendor al haber retirado el flequillo de la cara con un semirecogido y haber llevado un maquillaje muy natural que no les quitó nada de brillo.

Durante su visita a la selva del Gran Oso, espacio en gran parte protegido que sirve de refugio a especies amenazadas, los Duques aplaudieron la iniciativa de conservación de los bosques: “El establecimiento del Canopy es una declaración fuerte y sin ambigüedades de los ciudadanos de todos los países de la Commonwealth que creen que la naturaleza es fundamental para la salud de nuestras sociedades”. Hoy: los Duques asistirán al festival de degustación de los mejores vinos y quesos de la zona. Más tarde, los Cambridge volarán a la capital de Yukón Whitehorse, donde presenciarán un espectáculo cultural antes de retirarse por la noche. Les seguiremos muy de cerca.

VER GALERÍA