El príncipe Carlos y su esposa, la Duquesa de Cornualles, tampoco paran esta semana. Después de su visita oficial a Colombia, pusieron rumbo directo a México para emprender un nuevo viaje oficial de cuatro días. Su llegada el pasado fin de semana coincidió con la celebración del Día de Muertos, una colorida festividad religiosa mexicana que se corresponde con las celebraciones católicas del Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos y en la que las personas se reúnen para orar por los amigos y familiares fallecidos y para visitar sus tumbas. La pareja real pasó la jornada en Pachuca y cerca del monte Real, 100 kilómetros al norte de la ciudad de México, una zona apodada "el pequeño Cornualles de México" por sus estrechos lazos con esta región.
Contemplaron los altares tradicionales para celebrar la ocasión, conocida como Ofrenda, y asistieron a un espectáculo de danza Azteca. Los visitantes VIP también pusieron una ofrenda floral en el monumento de un soldado mexicano británico que murió en la Primera Guerra Mundial, cuando visitaron el cementerio de la localidad inglesa, que alberga cerca de 300 tumbas de mineros de Cornualles y de sus descendientes, algunas de ellas de 1834. Y es que en 1825, los mineros de Cornualles navegaban a México para ayudar a reactivar la industria de plata del país estableciéndose en el monte Real. Además de aportar conocimientos de minería y 1.500 toneladas de equipos para revitalizar la zona, llevaron consigo la cultura británica, incluido el fútbol.
Ayer abordaron el punto más relevante de su agenda en México. Poco antes de las 15:00 horas, la pareja real llegó al Palacio Nacional, donde fue recibida por el presidente Enrique Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera. La pareja presidencial obsequió a sus invitados de honor con una calurosa bienvenida oficial, antes de proceder a la firma oficial de la declaración conjunta de la celebración del Año de México en el Reino Unido y el Año del Reino Unido en México en 2015, una importante iniciativa que busca dar a conocer los lazos de cooperación cultural, económicos, educativos, comerciales e históricos que existen entre ambos países.
En el acto y, tras la firma de los acuerdos, el Heredero al trono británico pronunció el único discurso oficial de ésta, su quinta visita a México. El Príncipe de Gales comenzó su intervención saludando en español a los asistentes a la ceremonia y durante la misma citó al Premio Nobel Mexicano, Octavio Paz, y pronunció en español un par de líneas del autor.
“En la actualidad hablamos, si no el mismo idioma, sí el mismo lenguaje universal’. Las líneas me parecen muy apropiadas a la luz de la amistad que une a nuestras naciones”, dijo el príncipe Carlos, quien agradeció también la cálida bienvenida que les ofreció la Primera Dama de México, muy elegante con un vestido azul marino con adornos de pedrería en el cuello. Sobre la importancia de este Año Dual, que en 2015 se celebrará con diversos eventos en los dos países, el príncipe Carlos recalcó que puede ser la última oportunidad para impulsar el desarrollo sostenible de la humanidad: “Juntos se construiremos un legado que llegara mucho más allá de 2015”.
Y es que Carlos de Inglaterra es un decidido defensor de la sostenibilidad y la ecología. Ayer mismo, en Xochimilco, dio muestras de ello durante su visita en una pequeña piragua, de pie y admirando la magia de los canales, a una chinampa -un terreno de corta extensión en las lagunas vecinas a la ciudad de México, donde se cultivan flores y verduras- y a continuación se reunió con campesinos que cosechan la agricultura sostenible.
Después de su recorrido por los canales, la pareja real se dirigió hacia el Museo Dolores Olmedo, para promover los productos locales, así como la conservación de la naturaleza como principios esenciales para el sostenimiento y la acción climática. Allí el Príncipe mantuvo una charla con el chef Enrique Olvera, el reconocido chef mexicano que también fomenta el consumo de productos cultivados en las chinampas.
Posteriormente, en una visita privada, el Heredero se reunió con integrantes de la Kew Foundation que, al lado de miembros de la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala (UNAM), han recolectado semillas de 1.650 especies de plantas en el único banco de semillas para especies silvestres en México. La visita real a la ciudad de México concluyó ayer por la noche, en el Museo de San Ildefonso. Y aún queda visita por delante antes de que se tomen un respiro.
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