Castillos, palacios y fincas… Todas las casas donde viven la reina Isabel II y su familia

Por hola.com

Muy pocos recuerdan que Isabel II vivió sus primeras horas como Soberana del Reino Unido en lo alto de una higuera en medio de la jungla africana. La noticia de la repentina muerte del rey Jorge VI sorprendió a la entonces princesa Isabel en un viaje oficial y alojada a trece metros del suelo, en plena selva de Kenia, en una cabaña hotelera de tres piezas construída entre ramas para la discreta observación de los animales salvajes. Era la mañana del 6 de febrero de 1952 y esa joven de 25 años acababa de heredar no sólo la corona del Reino más extenso del mundo y todas sus responsabilidades, sino también un gran patrimonio inmobiliario vinculado a la Casa Real que contrasta con ese alojamiento temporal más propio de Tarzán y familia en el que Isabel II supo que ya era la Reina.


 

La reina Isabel heredó de su padre palacios, castillos, mansiones, granjas, fincas agrícolas e incluso calles enteras en el centro de Londres. Sin embargo la Reina no es la dueña absoluta, como tampoco lo fueron sus antepasados, de todas esas propiedades. La mayoría del patrimonio inmobiliario de los Windsor pertenece al Estado británico y se gestiona a través de una compañía llamada Crown State. A ella pertenecen algunos de los palacios más emblemáticos como el de Buckingham, en el corazón de Londres, o el Castillo de Windsor.


 

La Reina no puede gestionar a su antojo, ni mucho menos vender, las propiedades de Crown State y sólo recibe una pequeña parte, alrededor del 15 por ciento, del beneficio que generan. El resto va directamente a las arcas del Estado. Esto es así desde hace más de 250 años, cuando el rey Jorge III lo suscribió con el gobierno de entonces. En el acuerdo se contempla que la Familia Real sí ostenta el uso y disfrute de ese patrimonio inmobiliario, lo que permite que todos sus miembros residan habitualmente en las estancias de ese legado histórico. Así, la Reina ocupa el Palacio de Buckingham, el príncipe Carlos vive junto a su esposa en Clarence House, los Duques de Cambridge viven por ahora en el Palacio de Kensington, y así el resto de la familia. Hay dos propiedades, tal vez las más queridas por la reina Isabel y en las que ella se encuentra muy feliz, que sí son de titularidad privada y que fueron compradas por sus antepasados: el Castillo de Balmoral, en Escocia, donde pasa sus vacaciones de verano, y el Palacio de Sandringham, en Norfolk, donde la familia se reúne cada Navidad.


 

Algunas de estas residencias reales son espectaculares ejemplos de arquitectura gótica, victoriana o modernista y por su solemnidad y elegancia son objeto de la curiosidad de millones de turistas. Algunos de ellos sólo pueden ser observados desde el exterior, pero otros sí pueden acoger visitantes. Hagamos un repaso por los más representativos “hogares” de Isabel II y su familia:


 

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- El Palacio de Buckingham: Es la residencia oficial de la Reina y el cuartel general de la Institución. En 1837 la reina Victoria trasladó aquí la corte y desde entonces sus estancias, que incluyen 775 habitaciones y 78 baños, acogen recepciones reales, banquetes, bautizos e infinidad de actos oficiales presididos por los diferentes miembros de la Familia Real. Aquí viven hoy la reina Isabel y el Duque de Edimburgo, pero el palacio está abierto al público buena parte del año y alberga una de las convocatorias diarias más multitudinarias de Londres: el cambio de la Guardia Real. Como curiosidad, si la bandera británica ondea en lo alto de palacio, eso quiere decir que la Reina está en casa.


 

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- El Castillo de Windsor: Es el mayor castillo en uso del mundo y ha sido residencia real durante los últimos 900 años. Por su proximidad a Londres, la Reina lo suele utilizar los fines de semana y en Semana Santa. A veces también se usa para recibir visitas de Estado o para algunas bodas de la familia, como la del príncipe Eduardo con Sophie Rhys-Jones, o la bendición religiosa de la boda civil del príncipe Carlos con Camilla Parker. El 20 de noviembre de 1992, ese annus horribilis para la reina Isabel, se declaró un aparatoso incendio que tardó 15 horas en ser extinguido y que causó numerosos daños en las estancias y las colecciones artísticas, tanto por el humo y el fuego, como por el agua utilizada por más de 200 bomberos para apagar las llamas.


 

- El Royal Lodge: Es una mansión del siglo XVII que se encuentra a 5 kilómetros al sur del Castillo de Windsor y es la residencia actual del príncipe Andrés, Duque de York. Anteriormente fue la residencia de la Reina Madre durante sus estancias en Windsor y fue aquí donde falleció en 2002, pero desde 2004 la habita el segundo hijo de la reina Isabel. Fue un regalo que en 1932 realizó el pueblo de Gales a la entonces princesa Isabel.


 

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- Bagshot Park: Es otra de las residencias reales que se localiza en las inmediaciones del Castillo de Windsor, en concreto a 18 kilómetros y que hoy usa, previo pago de un alquiler al Crown State, como vivienda el hijo menor de la Reina, el príncipe Eduardo, y su familia. Antes de utilizarla como residencia particular, el Conde de Wessex renovó esta mansión para que sirviera como sede de su productora audiovisual, Ardent Productions, que se vio obligado a cerrar años después.


 

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- El Palacio de Kensington: Ubicado también en el centro de Londres, era la residencia favorita por los monarcas hasta que la reina Victoria decidió trasladar la corte a Buckingham. El palacio se hizo muy popular en el mundo entero cuando la malograda Diana de Gales se instaló en sus dependencias con sus dos hijos tras separarse del príncipe Carlos. Allí también han vivido la difunta princesa Margarita y otros parientes de la reina Isabel. Tras una profunda remodelación que ha costado unos 14 millones de euros, hoy es la casa familiar de los Duques de Cambridge y su hijo el príncipe Jorge. Junto a ellos, en apartamentos separados, también vive aquí el príncipe Harry, los Duques de Gloucester y los príncipes Michael de Kent. Algunas áreas del palacio pueden ser visitadas por los turistas, al igual que sus jardines donde se puede ver el parque en memoria de la Princesa de Gales donde se halla la fuente de Diana Spencer.


 

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- Clarence House: Es la actual residencia del príncipe Carlos y Camilla Parker. Goza de una céntrica ubicación en The Mall, la avenida que une el Palacio de Buckingham con Trafalgar Square. Aquí vivió la reina madre hasta su fallecimiento en 2002 y fue el hogar de la princesa Isabel y el Duque de Edimburgo hasta la muerte de Jorge VI. Hoy día, como oficina oficial del Príncipe de Gales, es el cuartel general de la actividad que la institución lleva a cabo con más de 350 organizaciones sin ánimo de lucro.

 
- Palacio de St. James: Construido en 1531 por el rey Enrique VIII, fue la residencia real durante más de 300 años y hoy día sigue siendo, curiosamente, la sede oficial de la corona. Por esta razón los embajadores y altos comisionados siguen siendo acreditados al llegar a Londres por la Corte de St. James. A día de hoy aquí tienen su residencia la primogénita de la reina Isabel, la princesa Ana, así como las hijas del príncipe Andrés, las princesas Beatriz y Eugenia de York. También se utiliza para acoger visitas de Estado y decenas de recepciones, especialmente las que tienen que ver con organizaciones benéficas. En su capilla reposaron los restos mortales de Diana de Gales antes de su funeral, y más recientemente fue utilizada para el bautizo del príncipe George de Cambridge.


 

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- Palacio de Holyroodhouse: Fundado como un monasterio en 1128, este castillo es la residencia oficial de la Reina en Edimburgo, la capital de Escocia. Hoy acoge ceremonias de Estado, investiduras a escoceses ilustres, y una vez al año es el escenario de una recepción que la reina Isabel ofrece en sus amplios jardines a unos 8.000 invitados de la sociedad escocesa. En julio de 2011 el palacio acogió el banquete de bodas de la nieta mayor de la Reina, Zara Philips, quien contrajo matrimonio con el deportista Mike Tindall a escasos metros de distancia en la iglesia de Canongate.


 

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- Palacio de Balmoral: La reina Victoria lo definió en su diario como “mi querido paraíso en las tierras altas de Escocia”. Fue ella quien lo compró a mediados del siglo XIX y, de esa forma, pasó a engrosar las propiedades privadas de la Familia Real y ha servido durante décadas como lugar de veraneo. Se encuentra dentro de los límites de un bello parque natural y la finca tiene una extensión de 20.000 hectáreas. Los jardines de palacio y el salón de baile están abiertos al público excepto en los meses de agosto y septiembre, que es cuando la reina Isabel vive allí. Balmoral fue excelentemente recreado en la película La Reina, en la que Helen Mirren dio vida a Isabel II en los días posteriores a la trágica muerte de Lady Di.


 

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- Palacio de Sandringham: Es la otra propiedad privada de la Reina y se encuentra dentro de una gran finca de labranza de 8.000 hectáreas que da empleo a 200 personas. Si Balmoral era el lugar favorito de la reina Victoria, Sandringham lo fue para su nieto el rey Jorge V, quien dijo de este lugar: “Querido viejo Sandringham, el lugar que más amo del mundo”. Tiene título de residencia real desde hace sólo 150 años, pero el lugar ha presenciado la muerte de dos reyes, acogió a la Familia Real durante la Segunda Guerra Mundial y hoy día alberga las celebraciones navideñas de los Windsor.