La Duquesa de Cambridge fue ayer luz en la noche londinense. No sólo por su belleza, sino también por las joyas que lució en la National Portrait Gallery. El código de vestimenta era "corbata negra con un toque de brillo" y la esposa del príncipe Guillermo por supuesto tampoco incumplió la etiqueta esta vez y ciertamente dio fulgor a su atuendo con un collar de diamantes de valor incalculable prestado por la reina Isabel. La fabulosa pieza fue un regalo de bodas en noviembre de 1947 para la soberana inglesa de parte de Nizam of Hyderabad, entonces rey de un estado de India.
La Duquesa ha vuelto a hacer uso del joyero real en su primer acto oficial del año como invitada de honor de la National Portrait Gallery. No es la primera vez que luce aderezos de los cofres de la soberana –la Duquesa de Cambridge coronó el día más importante de su vida con la tiara Halo de Cartier y la tradicional recepción diplomática anual de corbata blanca en el Palacio de Buckingham con la tiara de flor de loto-, pero a partir de ahora lo hará más a menudo tras los consejos de la reina Isabel sobre sus estilismos oficiales: menos minifaldas y más joyas. Y, en este sentido, esta aparición estelar de la Duquesa de Cambridge marca un antes y un después.
Llegó sola y muy sonriente a la cita de gala, desplegando su natural elegancia con el vestido plisado de color azul marino de la diseñadora Jenny Packham, que estrenó en octubre del año pasado durante la cena 100 Women in Hedge Founds, y presumiendo de bronceado a su regreso de sus tradicionales vacaciones de invierno con el pequeño George y la familia Middleton. En cuanto al peinado, la Duquesa se decantó por la melena suelta ligeramente ondulada, aunque más larga que de costumbre.
La Duquesa de Cambridge se reunió con una selección de los 430 invitados durante una recepción previa a la gala de 2014 retratos. Entre los asistentes al evento, que abonaron la friolera de 725 euros por compartir velada con la esposa del futuro Heredero y admirar las obras de arte, destacó la presencia de su prima, Beatriz de York, quien al igual que la Duquesa coincidió allí con el fotógrafo David Bailey, la medallista de oro olímpico Katherine Grainger, la actriz Elizabeth Hurley, al actor Alan Rickman y al artista Jonathan Yeo. Durante su breve discurso, la duquesa Catherine destacó el trabajo que se ha hecho en la galería The National Portrait, celebrando la recopilación de los retratos exhibidos en la colección y deseando a los asistentes "una noche maravillosa".
