Por supuesto el protocolo real no guarda ningún secreto para Beatriz de York, pero ahora el ceremonial del posado, tampoco. La nieta de Isabel II de Inglaterra saluda como toda una Princesa y últimamente posa además como toda una celebrity, tal y como pudimos comprobar ayer en la fiesta del jardín de verano que se celebró en los jardines de Kensington. Y es que a salir bien en las fotos también se aprende. La Princesa de York se sabe la lección de carrerilla a estas alturas de su larga carrera por alfombras rojas y aplica con soltura los trucos de modelos y estrellas para aparecer siempre bien en las imágenes. La pose reina de la princesa Beatriz cuando se enfrenta al chisporroteo de los objetivos, y que ayer puso en práctica repetidamente, es la misma que utilizan Sienna Miller y Eva Mendes, y parece fácil: sonrisa encantadora, brazo en jarra apoyado en la cintura y piernas cruzadas.
Naturalmente también ayuda al buen resultado, el modelo en cuestión -lució para la ocasión un vestido de encaje en azul cobalto, que combinó con zapatos grises cuajados de cristales y un bolso joya de mano- y la nueva espectacular figura de la Princesa desde que hace dos años tuviera el firme propósito de ponerse en forma. Junto a la princesa Beatriz se dieron cita en la veraniega fiesta del jardín otros expertos en el arte de posar: James Middleton, hermano de la Duquesa de Cambridge, y su novia modelo, Donna Air, la pareja sorpresa de la nueva temporada en Londres; la diseñadora L'Wren Scott, que ha vestido entre otras personalidades a nuestra actriz más internacional, Penélope Cruz; las actrices Sarah Jessica Parker y Joanne Frogatt, conocida por su papel de Anna Bates en Downton Abbey, y la modelo Pixie Geldof, entre otros que completaron la lista de invitados.
