Un británico compra un vestido de Diana de Gales por 278.400 euros para sorprender a su esposa

Este comprador anónimo pujo por el vestido que lució la Princesa cuando bailó en la Casa Blanca con el actor John Travolta durante una subasta celebrada en Londres

Por hola.com

La casa de subastas británica Kerry Taylor subastó ayer diez vestidos que pertenecieron a la fallecida Diana de Gales por casi un millón de euros.

La gran personalidad de la Princesa, unido a su elegancia, su sofisticación, su buen gusto a la hora de elegir sus vestidos y su icónica imagen, hicieron de esta puja, un homenaje improvisado a esa mujer a la que 16 años después se sigue recordando como la Princesa del Pueblo, por su cercanía y su naturalidad.

VER GALERÍA



Amantes de la moda y fieles admiradores de Lady Di, se dieron ayer cita en esta subasta, en la que decantarse por un solo vestido, era casi una misión imposible, pero siempre hay algún favorito y esta ocasión, la mayoría de los ojos acabaron posándose en aquel traje de terciopelo azul oscuro diseñado por el inglés Victor Edelstein, que la princesa Diana lució cuando bailó con John Travolta en una cena de gala celebrada en la Casa Blanca en 1985.

Ese baile dio la vuelta al mundo y el vestido pudo ser admirado por millones de personas, por ese motivo y por la delicadeza del diseño la pieza se convirtió en la estrella de la puja llegando a alcanzar el mayor valor en la subasta celebrada en Londres, 278.400 euros.

Como suele pasar en las pujas, el comprador no quiso dar su nombre, aunque sí sabemos que fue un hombre británico, cuyo objetivo tras la compra era sorprender a su esposa.

VER GALERÍA

"La subasta brindaba la oportunidad de adquirir un pedazo único de la historia británica. Hemos atraído a compradores de todo el mundo, incluidas Asia, América, Austria, Australia y, por supuesto, del Reino Unido", afirmó la casa de subastas en un comunicado, ya que un importante museo británico se hizo con dos vestidos.

Por 125.000 euros se vendió otro traje de terciopelo, de color negro, que diseñó la inglesa Catherine Walker y que Diana lució en 1997 en una sesión fotográfica para la revista Vanity Fair a cargo del peruano Mario Testino.

Por el mismo precio se remató otro vestido de noche creado por Walker, de terciopelo con pliegues, que la madre de los príncipes Guillermo y Harry vistió en 1985, durante una visita de Estado a Australia, así como al estreno de la película Back to the Future, ese mismo año.

Un traje de noche de lentejuelas color verdemar de la misma diseñadora y que Diana incluyó asimismo en su equipaje para Australia alcanzó un precio de 104.000 euros en la subasta.


VER GALERÍA


 

En 1992, la Princesa de Gales visitó Corea del Sur en viaje oficial, una ocasión en la que vistió una prenda de terciopelo color burdeos que se remató por 58.460 euros.

Antes de su visita al país asiático, Diana, fallecida el 31 de agosto de 1997 en un accidente de automóvil junto a su pareja, el egipcio Dodi Al-Fayed, había lucido ya ese vestido en el estreno del filme Magnolias de acero, en febrero de 1990.

En 1985, el fotógrafo británico Antony Armstrong-Jones retrató a la princesa de Gales con un traje del inglés Bruce Oldfiel de color negro que se remató en Kerry Taylor también por 58.460 euros y que Diana utilizó de nuevo en un pase de gala del musical Los Miserables que se celebró ese año en el centro Barbican de Londres.

VER GALERÍA



Por 90.480 euros se vendió el traje de color rosa que la princesa, separada oficialmente de su marido el 28 de agosto de 1996, llevó en una visita oficial a Brasil. Diana lució ese vestido, con un cuello asimétrico, durante un banquete ofrecido por el entonces presidente Fernando Collor de Mello en el Palacio del Itamaraty en Brasilia.

Poco antes de fallecer, Diana vendió casi ochenta de sus trajes, cuyos beneficios se destinaron a algunas de sus obras benéficas favoritas. Una mujer de la alta sociedad de Florida, Maureen Dunken, compró trece de ellos, y tras quedarse con tres y debido a su delicada situación financiera, decidió desprenderse de estos diez vestidos que ya tienen nuevos dueños.