¿Quién dijo vértigo? El príncipe Andrés y la princesa Beatriz, padre e hija en las alturas
El miedo a las alturas es uno de los más comunes, pero muchas veces conseguimos enfrentarnos a él, sobre todo si es por una buena causa. Eso es lo que ha hecho el príncipe Andrés, que ha descendido por el rascacielos más alto de la Unión Europea, haciendo rápel. Con 309,6 metros de altura, el Shard se erige en la orilla sur del río Támesis y ocupa la posición 59 en la lista de edificios más altos del mundo. El tercer hijo de la reina Isabel II se deslizó desde el piso 87, justo debajo de la cima del edificio, hasta la planta número 20, en un descenso de 250 metros que duró media hora y cuyo objetivo era recaudar fondos para dos fundaciones, la Outward Bound Trust y la Royal Marines Charitable Trust Fund, vinculadas al cuerpo de los marines británicos.
Pero una vez logrado su objetivo, - recaudaron 366.000 euros -, asegura que ésta será la última vez que le veamos en las alturas. "No lo haré nunca más. Aunque tengo que reconocer, que lo más difícil fue subir las escaleras".
Andrés no será el último miembro de la Casa Real inglesa que veamos en las alturas, porque si él se ha atrevido a descender 250 metros, su hija la princesa Beatriz se prepara para ascender los 4.810 metros del Mont Blanc. Para coronar la cima de esta majestuosa montaña, la más alta de los Alpes, la nieta de la Reina Isabel II está llevando a cabo un duro entrenamiento para aprender a escalar. Sus compañeros de cordada son sus amigos Sam y Holly Branson, los hijos del magnate Richard Branson, la actriz Isabella Calthorpe (prometida de Sam), y Sam Richardson y Phill Nevin. Los seis han fundado The Big Chance, puesta en marcha a raíz de los disturbios de Londres y cuyo objetivo eses ayudar a los jóvenes a que desplieguen su potencial. “Queríamos mostrar nuestro compromiso y dedicación con la causa asumiendo un desafío”, contaba Beatriz a la revista ¡HOLA!
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Pero una vez logrado su objetivo, - recaudaron 366.000 euros -, asegura que ésta será la última vez que le veamos en las alturas. "No lo haré nunca más. Aunque tengo que reconocer, que lo más difícil fue subir las escaleras".
Andrés no será el último miembro de la Casa Real inglesa que veamos en las alturas, porque si él se ha atrevido a descender 250 metros, su hija la princesa Beatriz se prepara para ascender los 4.810 metros del Mont Blanc. Para coronar la cima de esta majestuosa montaña, la más alta de los Alpes, la nieta de la Reina Isabel II está llevando a cabo un duro entrenamiento para aprender a escalar. Sus compañeros de cordada son sus amigos Sam y Holly Branson, los hijos del magnate Richard Branson, la actriz Isabella Calthorpe (prometida de Sam), y Sam Richardson y Phill Nevin. Los seis han fundado The Big Chance, puesta en marcha a raíz de los disturbios de Londres y cuyo objetivo eses ayudar a los jóvenes a que desplieguen su potencial. “Queríamos mostrar nuestro compromiso y dedicación con la causa asumiendo un desafío”, contaba Beatriz a la revista ¡HOLA!
