Primer aniversario de boda de los duques de Cambridge

Hacemos un viaje por los momentos más especiales que han vivido Guillermo y Catherine en los 365 días que han pasado desde que se dieron uno de los 'sí, quiero' más inolvidables de la historia

by hola.com

Un aniversario siempre es una ocasión especial, pero el primero de todos más que ninguno. Los duques de Cambridge planean marcar su primer aniversario de casados con una de sus semanas públicas más ajetreadas desde que contrajeran matrimonio el 29 de abril de 2011. En contraste con el día de su boda, cuando se dieron el sí, quiero en la abadía de Westminster ante cientos de millones de personas, la pareja celebrará la señalada fecha en la intimidad, probablemente en Balmoral. Pero no se olvidarán de sus admiradores. Mientras se preparan para su aniversario, obsequiarán esta semana a sus seguidores con tres actos públicos en la capital inglesa en poco más de 24 horas: se unirán el próximo miércoles a alrededor de 100 niños para el estreno del documental de los gatos de África; asistirán al día siguiente a una recepción en el Salón de Goldsmith para conmemorar la famosa carrera al Polo Sur de los aventureros Scott y Amundsen, y se darán cita finalmente en el Museo Imperial de la Guerra para la puesta en marcha de una campaña de recaudación de fondos cuyo fin es la creación de nuevas galerías que alberguen exposiciones de la Primera Guerra Mundial a tiempo del centenario del estallido del conflicto en 1914. Mientras llegan, les proponemos un viaje por los momentos más inolvidables de este primer año. El primero de una vida juntos.

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UNA BODA INOLVIDABLE: Esta instantánea dio la vuelta al mundo no sólo porque fue la primera de Guillermo y Catherine al abandonar la abadía de Westminster tras darse el 'sí, quiero' el 29 de abril de 2011, sino porque significaba el inicio de la vida de los duques de Cambridge. Reino Unido estalló en vítores, aplausos, felicitaciones y redobles de campanas. Su príncipe había cumplido su sueño de casarse con la mujer que amaba y todas las celebraciones eran pocas para festejar un acontecimiento de tal magnitud. 
LUNA DE MIEL APLAZADA: Los duques de Cambridge decidieron disfrutar de sus primeros días como marido y mujer en con un tranquilo y romántico fin de semana en Reino Unido y aplazar así su luna de miel, ya que a los pocos días el príncipe Guillermo debía volver al trabajo como piloto de rescate de la RAF en la base de Anglesey, la isla situada en el norte de de Gales. Los recién casados aparecieron vestidos de manera informal y cogidos de la mano para despedirse de todos antes de abandonar en helicóptero el Palacio de Buckingham. 
DEBUT OFICIAL DE LA DUQUESA DE CAMBRIDGE: Tras disfrutar de su primer fin de semana de casados, Catherine 'estrenó' su título al recibir al presidente de los Estados Unidos y a su esposa en el inicio de su periplo por Reino Unido. El hijo del príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa recibieron a Barack y Michelle Obama en uno de los salones del palacio de Buckingham y mantuvieron un encuentro privado que significó el debut oficial de Catherine como duquesa de Cambridge. 

GESTOS Y MIRADAS QUE LO DICEN TODO: Dicen que 'una imagen vale más que mil palabras' y en el caso de los duques de Cambridge sólo hay que ver fotografías como estas para demostrar que están tan enamorados como el primer día. Con un sencillo conjunto de color marfil y tocado en tonos marrones, Catherine deslumbró con el look que eligió para acudir a las conocidas carreras de caballos de Epsom, donde demostró una vez más por qué se ha convertido en una de las mujeres más elegantes.

 
TROOPING DE COLOUR: Los duques de Cambridge se convirtieron en los protagonistas indiscutibles del tradicional desfile que celebra el cumpleaños de la reina Isabel, no sólo por tratarse de la primera vez que Catherine acudía como miembro de la Familia Real británica, sino porque además era el primer año que el príncipe Guillermo participaba en el 'Trooping the Colour' con su nuevo grado de coronel de la Guardia Irlandesa. 
ESPECTACULAR BAÑO DE MULTITUDES: Por si había alguna duda del cariño que sus conciudadanos sentían por los duques de Cambridge, la multitud que les acompañó en la espectacular ceremonia de la Orden de la Jarretera, la orden de caballería más antigua del Reino Unido, ya se encargó de recordárselo. El príncipe Guillermo, que se convirtió hace dos años en el caballero número 1.000, participó en este tradicional servicio religioso anual junto a los otros miembros de la Familia Real inglesa que también forman parte de la orden (la reina, el duque de Edimburgo, el príncipe de Gales, la princesa Ana, el príncipe Andrés y el conde de Wessex), bajo la atenta mirada de su esposa, que volvió a dar una lección de estilo. 
BODA DE ZARA PHILLIPS: Sin duda, Guillermo y Catherine recordaron los inolvidables momentos que vivieron el día que se dieron el 'sí, quiero', durante el enlace de la prima de Guillermo, Zara Phillips. La hija de la princesa Ana de Inglaterra contrajo matrimonio con el jugador de rugby Mike Tindall el 30 de julio de 2011 en una modesta parroquia en la avenida de Royal Mile de Edimburgo. Aunque su boda fue muy diferente a la de su primo, no sólo a nivel mediático, ya que no fue retransmitida en directo por televisión, sino también porque fue algo mucho más íntimo y sencillo debido a que sólo asistieron sus familiares y amigos más íntimos, guardaron algunas similitudes y también tuvieron que aplazar su luna de miel debido a sus compromisos profesionales. 
PRIMER VIAJE OFICIAL AL EXTRANJERO: Durante diez días, recorrieron miles de kilómetros para visitar Canadá y Los Ángeles y fueron testigos de la enorme expectación que levantan no sólo en su país, sino en todos los rinconces del mundo. A pesar de que la mayor parte de la expectación recayó en Catherine al ser su debut internacional como duquesa de Cambridge, lo cierto es que la pareja consiguió enamorar a todos con su cercanía y simpatía y vivieron en primera persona el calor de la gente. 
DERROCHE DE ESTILO: Verde, morado, beige, azul, rojo... Cada uno de los looks que la duquesa de Cambridge eligió durante su visita a Canadá y Los Ángeles se convirtieron en elecciones no sólo muy favorecedoras sino de lo más acertadas. Daba igual si llevaba el pelo recogido o suelto, su belleza y su constante sonrisa causaron furor y se convirtieron en el mejor 'complemento' de sus impecables estilismos
UN BESO PARA EL RECUERDO: Catherine fue la encargada de entregarle al príncipe Guillermo el trofeo del torneo benéfico en el que participó durante su viaje oficial a Los Ángeles, y sin querer, recordaron aquel inolvidable beso que se dieron el príncipe Carlos y la fallecida Lady Di durante un partido de polo en Windsor. Eso sí, había alguna diferencia y es que el hijo de la reina Isabel II sorprendió a Diana con un beso en los labios mientras que Guillermo, algo más tímido, prefirió dárselo a su esposa en la mejilla. 
¡TE QUIERO!: Es lo único que les faltaba decir a Guillermo y Catherine durante su visita a Canadá. La pareja no sólo compartió miradas y palabras al oído, sino que con sus gestos demostraron que lo suyo es amor verdadero. El hijo del príncipe Carlos de Inglaterra estuvo muy pendiente de su esposa y no la dejó sola ni un instante: la abrazó para que no tuviera frío, abrochó su chubasquero para que no se mojara... Sin duda, todo un príncipe azul. 
Y LA REALEZA LLEGÓ A HOLLYWOOD: Nicole Kidman, Jennifer López, Blake Lively, Tom Hanks... Los duques de Cambridge se codearon con los actores de mayor renombre y disfrutaron de una velada única organizada por la Academia Británica de Cine y Televisión (BAFTA). Compitiendo en elegancia y glamour con las estrellas de la gran pantalla, Catherine lució un vaporoso vestido de Alexander McQueen en un tono lavanda muy claro, que combinó con unos pendientes prestados por la reina Isabel II y ‘clutch’ y sandalias de Jimmy Choo. Un estilismo perfecto con el deslumbró sobre la alfombra roja de Hollywood. 
EL PODER DE LAS PRINCESAS: El príncipe Guillermo y su esposa pusieron rumbo a Copenhague para llevar a cabo su primera acción solidaria conjunta. Los duques de Cambride, acompañados de sus anfitriones, los príncipes Federico y Mary de Dinamarca, visitaron el centro de suministros de UNICEF en la capital danesa, con el objetivo de concienciar de la grave crisis humanitaria que afecta al Cuerno de África. La visita partió de una iniciativa de los propios duques de Cambridge, que sienten especial devoción por este país, ya que fue allí, en una aislada cabaña en el monte Kenia, donde el príncipe Guillermo le propuso matrimonio a Catherine. 
OBJETIVO DE TODOS LOS FLASHES: Su presencia es sinónimo de éxito. Los duques de Cambridge se convierten en el objetivo de todas las miradas y de todos los flashes en cada aparición, sobre todo la duquesa Catherine. Su poder de seducción alcanza cotas insospechadas en estos años de ausencia de la princesa Diana: su presencia revoluciona cualquier acto público, su cara vende hasta agotar existencias y su nombre es aval suficiente para promocionar cualquier producto en el mercado. Lo demostró el mismo día de su compromiso y sólo fue el principio.
 
MULTITUDINARIO DEBUT NAVIDEÑO: Faltaba el duque de Edimburgo, pero nadie más. El esposo de la reina Isabel, hospitalizado tras ser operado de una obstrucción de una arteria coronaria, fue casi el único que se perdió el multitudinario debut de la duquesa de Cambridge en el tradicional servicio de Navidad de la Familia Real inglesa en la iglesia Santa María de Sandringham, Norfolk. Todos los demás estaban: la reina Isabel, el príncipe Carlos, la duquesa de Cornualles, el príncipe Andrés, los duques de Cambridge, el príncipe Harry, las princesas Beatriz y Eugenia, Zara Phillips con su marido y su hermano, Peter... y los cientos de admiradores. Pero la más aclamada y solicitada por todos los congregados en las inmediaciones de la iglesia fue la duquesa Catherine, que se daba cita por primera vez. Un inmejorable debut del que tuvo noticias el príncipe Felipe en el hospital.

 
¡CUMPLEAÑOS FELIZ!: De nuevo acaparaba todas las miradas. No sólo porque la duquesa de Cambridge se convirtiera en la gran protagonista del estreno en Londres de War Horse, la última película de Steven Spielberg, ni porque brillara como toda una estrella de cine al desfilar por la alfombra roja desplegada en la plaza de Leicester, derrochando simpatía y elegancia ante los cientos de personas congregadas para el evento que la piropeaban y obsequiaban con algún que otro regalo en forma de ramo de flores, sino también porque el 9 de enero cumplía treinta espléndidos años. Su primer cumpleaños real, un cumpleaños muy feliz. 
DESTINO MALVINAS: Las obligaciones del príncipe Guillermo en el Ejército traen consigo la primera separación forzosa de la pareja. El duque de Cambridge es destinado como piloto de helicóptero de búsqueda y rescate a las islas Malvinas durante un periodo de seis semanas entre febrero y marzo. El primogénito del príncipe Carlos, que ocupa actualmente el rango de teniente de aviación para la Real Fuerza Aérea británica (RAF) en la base de Anglesey, en el norte de Gales, se uniría a una tripulación formada por cuatro militares en la última fase de su entrenamiento, mientras la duquesa de Cambridge permanecería en su domicilio conyugal del Palacio de Kensington asistiendo a la Familia Real inglesa cuando fuera necesario. 
UN SOBRESALIENTE ESTRENO EN SOLITARIO: Demostró que es una buena alumna y que había aprendido todo lo que necesitaba para cumplir con sus compromisos como miembro de la Familia Real inglesa en su primer acto en solitario. Estrenó su agenda oficial en solitario en la National Portrait Gallery de Londres, donde presidió la inauguración de una exposición de retratos del artista Lucian Freud, fallecido en julio de 2011, mientras el príncipe Guillermo se encontraba destinado durante seis semanas en las islas Malvinas, donde ejercía labores de rescate con las Fuerzas Armadas. Si estaba nerviosa, supo ocultarlo muy bien, y puede decirse que pasó la prueba con nota. 
UNA FOTOGRAFÍA HISTÓRICA: Por primera vez un acto oficial reunía a Isabel II, la duquesa de Cornualles y la duquesa de Cambridge y mostraba a la Reina de Inglaterra trabajando codo con codo junto a las dos futuras consortes. Visitaron juntas la emblemática y lujosa tienda Fortnum & Mason, situada en Piccadilly, proveedora de la Casa Real inglesa durante los últimos 150 años, y pusieron de manifiesto la complicidad existente entre ellas. Unas imágenes muy esperadas que nos trajeron a la memoria otras muy similares de la Reina Madre, la reina Isabel y Diana de Gales, que protagonizaron 25 años durante los juegos de Braemar en Escocia. La historia se repite. 
EL ROMÁNTICO REENCUENTRO: Seis semanas después de su sepración forzosa, llegó el ansiado reecuentro. La duquesa Catherine había notado mucho la ausencia de su marido, el príncipe Guillermo, que estuvo mes y medio destinado a las islas Malvinas ejerciendo de piloto de búsqueda y rescate. Para recuperar el tiempo perdido, Guillermo de Inglaterra, tan atento como siempre, quiso dar una sorpresa a su esposa y organizó una escapada romántica a los Alpes, un lugar muy especial para ellos pues fue alli donde hace ocho años se captó su primer beso. Los duques de Cambridge se unieron días después a la familia Middleton para disfrutar de unas vacaciones familiares en las que el príncipe Guillermo se dejó ver encantado y como uno más.