La elegancia del príncipe Carlos y la belleza de la princesa Amira 'reinan' en la reinauguración del legendario hotel Savoy

El primer hotel de lujo de Londres y el favorito de políticos y artistas como Marilyn Monroe y Errol Flyn desplegó 'glamour' en su reapertura oficial

Por hola.com

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El Príncipe de Gales presidió ayer la reinauguración del legendario hotel Savoy. El establecimiento volvió a vivir un día grande en su historia después de haber permanecido cerrado más de tres años por una reforma de 250 millones de euros llevada a cabo por un equipo de más de mil artesanos y artistas. Había abierto de nuevo sus puertas a los viajeros de cinco estrellas el 10-10-2010, una fecha digna para el recuerdo a la que ahora, casi un mes después, se suma también la de su reapertura oficial por el príncipe Carlos, que estuvo acompañado por sus copropietarios, el príncipe Alwaleed bin Talal, sobrino del Rey saudí, y su esposa, la princesa Amira.

El primer hotel de lujo de Londres, inaugurado en 1889, y el favorito de políticos y artistas como Marilyn Monroe y Errol Flyn desplegó en esta gran cita el glamour de antaño. La presencia del Príncipe de Gales garantizaba su cobertura mundial y la elegancia de la princesa Amira, que vistió para la ocasión la misma creación de Victoria Beckham que hace días lució Oprah Winfrey en una Conferencia de Mujeres en California, intensificaba la belleza del marco. El arquitecto Pierre Yves Rochon ha sido el artífice del rediseño de los interiores de estilo eduardiano, típicamente británico, y el aire art decó que caracterizan el establecimiento.

 

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El redescubrimiento del mítico hotel ha permitido a muchos el descubrimiento de la princesa Amira al-Taweel, esposa del príncipe Alwaleed bin Talal, miembro de la Familia Real saudí y uno de los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes. La Princesa es además de lo obvio (guapa, estilosa y rica) una mujer con fuerte personalidad, como demostró hace dos años al declarar que estaba preparada para ponerse al volante. Decisión que sorprendió a propios y extraños, ya que en Arabia Saudí no le está permitido conducir a las mujeres. Todo un carácter.